Qué mejor forma de aprehender y sentir la historia de Cuba que escucharla de las voces de quienes han sido parte, como esos muchos hombres y mujeres que, en silencio, desde dentro y en otras latitudes, bajo la identidad de disímiles nombres y ocupaciones, han sido una trinchera crucial en la defensa de la Revolución y sus conquistas sociales.
En ocasión del aniversario 63 de la constitución de los Órganos de la Seguridad del Estado, este 26 de marzo, el Memorial de la Denuncia fue escenario la víspera de un encuentro entre esas juventudes de aquellos días, y las nuevas generaciones que ya son el relevo.
Como parte del proyecto Cuba es historia viva, que en La Habana integra a más de cien jóvenes universitarios, cadetes del Ministerio del Interior, estudiantes de la enseñanza media, entre otros, la tarde del viernes fue cómplice para conmemorar esta fecha y recordar a revolucionarios de la talla de Manuel Piñeiro Losada, conocido como Comandante Barbarroja.
Muchas anécdotas fueron revividas por veteranos agentes y fundadores de la Seguridad del Estado, como Germán Sánchez y Antonio López Rodríguez, y por otros que fueron continuidad de la misma estirpe, como el Héroe de la República de Cuba, Ramón Labañino Salazar.
López Rodríguez, activo miembro del proyecto en ciernes, recordó a los estudiantes, especialmente a los jóvenes cadetes, que serán ellos las garantías del futuro, en tanto se consagren a los valores que distinguen a los órganos de la Seguridad del Estado: sacrificio, honestidad, patriotismo, sentido de la justicia social…