LA HABAN, Cuba.- Desde la cárcel de Valle Grande denuncia el ciudadano Aramis O’Farrill Águila que se encuentra encarcelado como represalia por tomar parte en las protestas populares del 11J, aun cuando tiene testigos de no haber salido de su casa ese día.
Aramis O’Farrill reside en el municipio habanero de San Miguel del Padrón. Relata que en la tarde del 14 de julio de 2021 se encontraba en la cola para comprar pollo en Los Jazmines cuando pasó por allí el jefe de sector Carlos Artido –apodado “la Sombra”–, quien afirmó que “le parecía” que él había estado en la manifestación y que había golpeado un vehículo de la Seguridad del Estado.
Según narra O’Farrill, el oficial le señaló: “Compra tu pollo, que yo voy a esperar”, a lo que él contestó: “No, yo voy ahora mismo, si yo no tengo ningún delito”, y a continuación se lo llevaron preso.
Inicialmente lo condujeron a la 11ª Unidad de Policía de su municipio, donde lo mantuvieron encerrado por 10 días. Aramis añade que a través de un vecino pudo avisar a su familia, de modo que cuando llegó a la Unidad ya estaba allí su hermana, a quien el oficial superior de los jefes de sector le expresó que ya su hermano había confesado, pero Aramis O’Farrill aún no había llegado a la estación. Recalca también que a pesar de que su hermana exigió ver la confesión firmada y entrevistarse con el jefe de la Unidad, la dejaron todo el día en la institución sin ser atendida.
Aramis contó a CubaNet que de la 11ª Unidad lo trasladaron para el DTI de Acosta, en el municipio Diez de Octubre, donde una de las instructoras (interrogadoras) intentaba coaccionarlo con la amenaza de agregarle tantos delitos como “para que nunca saliera de prisión”.
Pasados tres días le entregaron una tarjeta y lo trasladaron para la prisión de Valle Grande. O’Farrill enfatiza que mientras se encontraba encerrado en Acosta, el propio presidente del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) de su cuadra se presentó tres veces para testificar que Aramis no salió de su casa el 11 de julio. Sin embargo, la oficial que lo recibía le daba evasivas sin negarse manifiestamente, y nunca apareció ningún agente para tomarle declaración al dirigente.
Según amplía su hermana, Aramis tiene una cardiopatía isquémica severa y es hipertenso. Hace aproximadamente un mes le dio un pre infarto en Valle Grande y lo llevaron al Cardiocentro. Allí solo le hicieron un electrocardiograma que le entregaron a él, pero no lo examinó un cardiólogo ni médico alguno. La mujer refiere que Aramis le dio el impreso porque según las autoridades penitenciarias ella debía buscar primero un cardiólogo que lo examinara y lo remitiera al Instituto Cardiovascular, y solo después ellos lo llevarían al centro médico.
Aramis O’Farrill Águila tiene 48 años de edad y es albañil. Puntualiza que lo acusan de atentado, pero aún no ha recibido la petición fiscal.
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