Este martes primero de marzo entró en vigor el decreto firmado por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski que autoriza un “régimen temporal de exención de visado” para los extranjeros que quieran ayudar a la defensa del país. Sin embargo, en el caso de los cubanos que deseen solicitarlo solo en teoría tienen derecho a hacerlo.
En términos prácticos no existe forma directa de que nuestros nacionales puedan viajar a territorio ucraniano sin necesidad de una visa Schengen.
Al ser contactada por vía telefónica, la Embajada de Ucrania en La Habana aclaró que no existen vuelos que unan La Habana con Kiev de forma directa y, por esta razón, los cubanos deben viajar a otro país de Europa y, desde allí, llegar hasta Ucrania por vía terrestre. El país decretó el cierre de su espacio aéreo a la aviación civil el 24 de febrero, fecha de entrada de las tropas rusas en su territorio.
Para visitar naciones que conformen el espacio Schengen, los residentes en la isla precisan una visa homónima, aprobada por la autoridad consular de algún país europeo en Cuba.
La sede diplomática ucraniana afirmó que no mediará en la facilitación de los viajes de los cubanos que deseen moverse a Kiev, ni mediante la negociación con otros consulados europeos para la expedición de visados ni mediante el pago de los costos de los pasajes hacia el viejo continente.
En tal sentido, solo aquellos nacionales que posean una visa Schengen y dinero suficiente para costear su boleto de avión hasta Europa y luego su viaje por vía terrestre hasta Kiev podrán llegar a Ucrania para participar en el conflicto armado que se vive en la actualidad. En tal caso, la sede consular subrayó que se le permitirá la entrada a ese país sin ninguna objeción.
Los precios de los vuelos al viejo continente desde la isla no son bajos. De acuerdo con el buscador de vuelos Trabber, un pasaje de ida y vuelta a Madrid ronda los 550 EUR equivalentes a 611 USD.
La información se dio a conocer a través de un comunicado publicado hace pocas horas por la Embajada de Ucrania en Cuba en su perfil oficial en Facebook, dirigido a los “ciudadanos cubanos y de otros países del Caribe”. El texto agrega que en caso de tener “una visa Schengen y la posibilidad de viajar a uno de los países fronterizos con Ucrania”, los ciudadanos deben comunicarse “con ukrincub@gmail.com, indicando en la línea el asunto “voluntario””.
En términos legales, aunque no lo establece el comunicado, también podrían viajar aquellos cubanos que posean la ciudadanía y pasaporte españoles. La nación ibérica es miembro del espacio Schengen. Los cubanos con doble ciudadanía pueden entrar a España y desde allí trasladarse hasta el territorio ucraniano también por tierra.
Esta política de exención de visados llegó un día después de que el mandatario ucraniano anunciara la creación de una Legión Internacional para los extranjeros que quieran alistarse como voluntarios en las Fuerzas Armadas de Ucrania o en las Fuerzas de Defensa Territorial.
Los medios de prensa de distintos países se han hecho eco del llamado de Zelenski y de sus instrucciones para la formación de estas brigadas voluntarias. Según explicó el mandatario, quienes quieran apoyar en esta lucha solo deben contactar a los responsables de Defensa de la sede consular ucraniana en su país.
Tras el anuncio oficial, el Ministerio de Defensa aseguró en Twitter haber recibido “miles de solicitudes de extranjeros, que quieren unirse a la resistencia a los ocupantes rusos y proteger la seguridad mundial”.
Al respecto, la ministra de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Liz Truss, declaró en una entrevista concedida a la BBC que “con toda seguridad” apoya “a aquellos británicos que quieran ir a Ucrania a pelear”.
Cuba y el conflicto en Ucrania
Las posiciones en Cuba ante el conflicto ruso-ucraniano resultan divergentes. De un lado, la postura oficial y quienes se identifican con ella respaldan el discurso del presidente de Rusia, Vladímir Putin, con respecto a los hechos como una forma de defensa ante la amenaza que supone el posible ingreso de Ucrania a la OTAN. Del otro, se hallan ciudadanos y miembros de la sociedad civil que, a través de las redes sociales y demás medios, han manifestado su solidaridad con el pueblo ucraniano.
Los líderes políticos de la isla, desde antes del inicio del conflicto, establecieron su apoyo al gigante de Europa del Este. El Ministerio de Relaciones Exteriores hizo un llamado “a Estados Unidos y a la OTAN a atender de manera seria y realista los fundados reclamos de garantías de seguridad de la Federación de Rusia, que tiene derecho a defenderse”.
Tras el inicio del enfrentamiento, el 24 de febrero, y en el contexto de la amplia respuesta internacional contraria a la acción militar de Moscú en territorio ucraniano, el Gobierno de Cuba emitió una declaración oficial en la cual abogó “por una solución que garantice la seguridad y soberanía de todos”, y sostuvo que “el empeño estadounidense en continuar la progresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras de la Federación de Rusia ha conducido a un escenario, con implicaciones de alcance impredecible, que se pudo evitar”.
El enfoque de esta declaración gubernamental fue criticado por su “doble rasero” y la defensa de ideas que evidencian los vínculos existentes entre La Habana y Moscú.
Ambos Gobiernos mantienen colaboración en términos económicos, comerciales y también militares. En lo que va de año, estos nexos han sido ratificados en diversos intercambios de alto nivel. En la fecha de la entrada del ejército ruso en Ucrania, se encontraba en Cuba en su segundo día de visita oficial el presidente de la Duma Estatal de la Federación de Rusia (cámara baja), Viacheslav Volodin, quien vino a Cuba para impulsar las relaciones parlamentarias entre ambos países, según el discurso oficial.
Pocos días antes, entre el 17 y 18 de febrero, el vicepresidente del Gobierno de la Federación de Rusia, Yuri Borísov, incluyó a Cuba en una gira por la región —en la que visitó además Venezuela y Nicaragua—. Durante su estancia en suelo antillano, en reunión con el vice primer ministro, Ricardo Cabrisas, ambas partes ratificaron los planes para continuar ampliando la colaboración bilateral en todas las esferas.
El propio funcionario ruso subrayó que su visita daba continuidad a la conversación telefónica sostenida el 24 de enero entre los presidentes Vladímir Putin y Miguel Díaz-Canel, en la que de acuerdo con la información oficial pasaron revista al excelente estado de las relaciones entre los dos países y examinaron el desarrollo futuro de la colaboración.
Por otra parte, el 12 de marzo se conmemorará el aniversario 30 del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Ucrania, como república independiente del antiguo bloque socialista soviético. Ambas naciones han mantenido vínculos históricos cordiales y de cooperación en términos comerciales, académicos y otras esferas. Entre 1990 y 2011, Cuba atendió a más de 26 000 niños víctimas de la radiación en Ucrania, Rusia y Bielorrusia. En la más reciente votación contra el bloqueo a Cuba, en 2021, Ucrania no votó en contra, pero fue uno de los tres países que se abstuvo.
Dentro de la isla, organizaciones de la sociedad civil y parte del pueblo cubano han demostrado solidaridad con la nación ucraniana, según ha reconocido Oleksandr Kalinchuk, encargado de Negocios de Ucrania en Cuba en entrevista reciente.
Al ser interrogado sobre las muestras de apoyo recibidas, el funcionario aseguró que la Embajada “ha empezado a recibir no solamente cartas y llamadas de apoyo de los cubanos, sino que ciudadanos de a pie están también ofreciéndose a viajar para defender Ucrania con las armas”.
En la publicación en Facebook de la sede diplomática para aclarar las particularidades del libre visado en el caso de los cubanos, varios usuarios de esta red social compartieron comentarios solidarios y se ofrecieron para apoyar al pueblo ucraniano.
Entre las iniciativas de la sociedad civil cubana se cuenta la declaración de solidaridad con Ucrania publicada online en la fecha de inicio del conflicto. El documento fue compartido para que cubanos dentro y fuera de la isla lo firmaran en señal de distanciamiento de “la posición del Gobierno cubano” y de denuncia de “las acciones ilegales de la Federación Rusa”.
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