La medalla de bronce de Iván Felipe Silva en la división de 90 kg fue el mejor resultado del judo cubano en el Grand Slam de Tel Aviv, el segundo torneo del año para los competidores antillanos. Junto a él, solo Andy Granda (+100 kg) logró avanzar a la disputa de premios en un torneo que tuvo a otros diez criollos inscritos.
Iván Silva, ubicado en el lugar 22 del escalafón global, consiguió su primer podio del año tras dominar al holandés Jasper Smink en el combate por el tercer lugar de la división. En ese pleito, el caribeño marcó un wazari y tomó la ventaja definitiva en un combate donde ambos acumulaban dos amonestaciones, a solo una de la descalificación.
El subtitular mundial de 2018 tuvo una competencia perfecta hasta las semifinales, donde cayó por wazari ante el serbio Nemanja Majdov, campeón mundial de 2017. Antes, el criollo comenzó su ruta con rápida victoria frente al francés Maxime-Gael Ngayap, para luego dominar por esa misma vía al difícil turco Mihael Zgank, su verdugo en los Juegos Olímpicos de Tokio y hace poco más de una semana en el Grand Slam de París.
Mientras tanto, Andy Granda —lugar 24º del ranking mundial— concluyó en el quinto escaño luego de ceder por descalificación ante el representante de Tayikistán, Temur Rakhimov, en la disputa de la medalla de bronce.
Antes, Granda registró victorias frente al kazajo Adil Orazbayev y ante el ucraniano Yakiv Khammo, este último durante la ronda de repechaje. A esa instancia lo había enviado el favorito brasileño Rafael Silva, luego de vencerlo también por acumulación de shidos.
Además de Silva y Granda, en este torneo participaron otros diez judocas cubanos, pero todos se despidieron temprano en sus divisiones. Entre los hombres, Julio Delgado (60 kg) cedió en su salida inicial ante el local Matan Kokolayev, mientras que a Orlando Polanco (66 kg) le sucedió lo mismo frente al kazajo Gusman Kyrgyzbayev.
En los 73 kg, Héctor San Román cayó ante el experimentado alemán Igor Wandtke, el mismo destino corrido por Yasel Baeza frente al francés Nicolas Chilard.
Entre las damas ocurrió otro tanto, con rápidas derrotas de Aleanny Carbonell (48 kg) frente a la belga Lois Petit, de Arnaes Odelín (57 kg) ante la británica Acely Toprak, y de Thalía Nariño (+78 kg) frente a la kazaja Kamila Berliash.
Solo Melissa Hurtado (52 kg), Maylín del Toro (63 g) e Idelannis Gómez (70 kg) consiguieron triunfar en sus primeras salidas, ero cayeron en sus segundas presentaciones ante Odette Giuffrida (ITA), Catherine Beauchemin-Pinar (CAN) y Miriam Butkerei (ALE), respectivamente.
La primera presentación del año para los judocas cubanos ocurrió hace poco másuna semana en el Grand Slam de París, de donde se fueron solo con séptimo puesto de Iván Silva. De acuerdo al sitio oficial de la Federación Internacional de Judo, la docena de representantes de la Mayor de Las Antillas debe competir nuevamente en el Grand Slam de Tbilisi, pactado para iniciar el próximo 25 de marzo.
Con escasa preparación desde el final de Tokio 2020, estas competencias le sirven a los cubanos para retomar los torneos de nivel, pero sobre todo para aprovechar las bases de entrenamiento en Europa. Entre los compromisos más importantes del judo en este año, aparecen el inicio del proceso de clasificación olímpica en mayo y el Campeonato Mundial de Tashkent en octubre.