El festival taguasquense dedica su XXI edición al proyecto de Fomento Cenital teatro
Las presentaciones se han diseñado no solo para la cabecera municipal, sino que llegan hasta comunidades más alejadas. (Foto: Tagua Cultura/Facebook)
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Como sucede siempre cuando Taguasco anuncia que se vestirá de teatro, se aúnan esfuerzos para convertir al Festival Provincial Por los Caminos de Cañambrú en el mejor de los escenarios.
En esta XXI edición, que se celebra hasta este sábado, y con una discreta cifra de participantes por la situación epidemiológica y económica de la provincia, se dedicada al proyecto de artistas aficionados fomentense Cenital teatro.
Además de disfrutar de su arte, los públicos de ese territorio disfrutan del multipremiado proyecto La Carpa de Tin Marín, de Jatibonico y los profesionales espirituanos Parabajitos, Garabato y Guiñol Paquelé.
Las presentaciones que incluyen también magos, payasos y malabaristas se han diseñado no solo para la cabecera municipal, sino que llegan hasta comunidades más alejadas como La Yamagua, Desembarco del Granma, Siguaney, Ojo de Agua y La Mulata.
Pero, Por los caminos de Cañambrú, desde sus propias esencias, ha logrado sumar al resto de las manifestaciones artísticas y otras instituciones con estrechos vínculos con la población, por lo que en el programa del festival se incluyen inauguración de exposiciones de artes plásticas, espectáculo de exhibición deportiva y lectura de poemas.
Lamentablemente, de los orígenes de este espacio para estimular el trabajo del movimiento aficionado queda solo el entusiasmo de unos pocos que se sobrepone a huellas pandémicas y delgadeces económicas.
De ahí que sea solo un recuerdo aquellos días en que Taguasco se convertía en referencia del teatro de aficionados con la presencia de proyectos de otras provincias, sobre todo del centro de la isla, para honrar a un controvertido personaje de la localidad: Teodoro San Gil, Cañambrú o El Rojo, como se le conocía.