MADRID, España.- La poeta y escritora Ileana Álvarez (Ciego de Ávila, 1966) conversó con CubaNet sobre la trayectoria, retos y objetivos del medio independiente Alas Tensas, primera revista cubana autodenominada feminista.
Alas Tensas, pionera en denunciar los feminicidios en la Isla bajo una perspectiva de género, surgió en el 2016, fundada por Álvarez y un grupo de periodistas y académicas feministas del interior del país.
En 2018, debido a la represión del Gobierno por su denuncia a las problemáticas de las mujeres cubanas, Ileana Álvarez se vio obligada a exiliarse en España.
―¿Cómo surge Alas Tensas?
―Desde la universidad me fui interesando por los temas de feminismo, la crítica feminista, la creación artística de las mujeres; y desde el punto de vista social, veía que Cuba necesitaba de educación en feminismo y de periodismo con perspectiva de género.
Yo notaba que, dentro del periodismo oficial, e incluso dentro de los medios independientes que estaban proliferando, había una brecha de contenidos sobre estos temas; por lo que, posteriormente, decidí crear Alas Tensas para abordar las problemáticas de las mujeres que, aunque ahora sí, en aquel momento (2015-2016) no aparecían con tanta sistematicidad dentro del periodismo.
Entonces, en octubre de 2016, un grupo de periodistas y académicas feministas, sobre todo del interior de Cuba, fundamos Alas Tensas, como publicación feminista independiente que pretendía ofrecer entre sus contenidos periodismo con perspectiva de género, teoría, crítica… con una mirada interseccional y literatura de ficción escrita por mujeres, fundamentalmente.
―¿Cuáles son sus principales objetivos?
―Alas Tensas pretende contribuir con una visión crítica a la eliminación de las insuficiencias de la sociedad cubana para prever y erradicar todas las formas de violencia de género y visualizar la obra creativa de la mujer y sus emprendimientos.
Aunque no está cerrada a la colaboración de hombres, tiene un predominio de las voces femeninas desde el periodismo, el activismo, la cultura, el arte y la investigación.
Vale destacar que es la primera revista cubana que se ha autodenominado como feminista y es pionera en denunciar los bastante ignorados feminicidios en la Isla bajo una perspectiva de género.
En este sentido, nuestra organización ha desarrollado un Observatorio de Feminicidios en Cuba, que se fundó en junio de 2019, y está formado por una red de observadoras y aliadas. Los registros se logran también a través de la ayuda de la ciudadanía, que es fundamental en la verificación de los casos. Cuando tenemos la información, antes de darla a conocer la triangulamos con otros observatorios como los de YoSíTeCreo en Cuba y con la Red Femenina en Cuba. En 2020 registramos 32 feminicidios, de ellos cuatro feminicidios vicarios; mientras que en 2021 fueron 36, los que suman la impactante cifra de 68 víctimas de la violencia machista. Y esto es solo un subregistro porque no hay acceso a las estadísticas oficiales.
Además, investigamos y denunciamos las formas de violencia de género en Cuba, que no se limitan a la violencia intrafamiliar, sino también a otros tipos, como por ejemplo la violencia política, que sin duda en los últimos tiempos es más visible, pero que no es algo nuevo. Desde su arribo al poder el régimen ha querido prohibir que las mujeres participen en las decisiones del país y en los espacios públicos, sobre todo aquellas que disienten de sus políticas.
Somos un medio en busca de la igualdad de la mujer y de visibilizar las problemáticas de las mujeres cubanas, sean o no feministas, porque el feminismo es transversal e inclusivo, concierne a todes y es el camino para lograr una verdadera equidad de género.
―Como has contado, la revista surgió en Cuba y actualmente se desarrolla desde España. ¿Podrías comentarnos sobre lo que ha significado este cambio de espacio?
―Desde sus comienzos Alas Tensas ha puesto el foco en denunciar e investigar las formas de violencia de género en el país como es la violencia machista, los micromachismos y otras expresiones patriarcales naturalizadas tanto en la sociedad cubana como en otras sociedades latinoamericanas.
Estando en Cuba, realicé el reportaje “El feminicidio hay que contarlo: Misleydis González asesinada a pesar de repetidas denuncias”. Esta cobertura, junto con otras denuncias de la situación de la mujer, me costó gran presión por parte de la Seguridad del Estado que se fue incrementando hasta el 2018.
En aquel momento, mi esposo, Francis Sánchez, desde el mismo Ciego de Ávila dirigía la publicación Árbol Invertido, un medio cultural independiente que aquí en el exilio ha venido desarrollándose considerablemente y en el que también he trabajado como editora.
Tanto Francis por Árbol Invertido, como yo por Alas Tensas, comenzamos a ser acosados por las autoridades cubanas, lo que incluía entrevistas con agentes de la Contrainteligencia, confiscación de medios, regulaciones para impedirnos salir del país, vigilancia en nuestro hogar, presiones en el trabajo y a nuestros colaboradores, amenazas y represalias contra nuestros hijos…
Siempre recuerdo una época en que estaban creciendo ambas publicaciones y en la casa habíamos armado en una habitación una especie de redacción. En las paredes habíamos puesto posts y fotografías de momentos interesantes de los dos medios y los logos de ambos.
Ahí nos reuníamos con nuestro pequeño equipo y colaboradores ilusionados de poder hacerlo por siempre, pero cuando ya la policía política amenazaba con entrar a nuestra casa tuvimos que eliminar urgentemente todo lo que les pudiera dar pistas o pruebas, aquellas paredes acabaron tristemente vaciadas y desvencijadas.
Ante todas esas presiones que sentimos, ante el aislamiento, la soledad, el temor por nuestros hijos esencialmente, en 2018 no quedó otra opción que el exilio. El Estado cubano no te permite crecer. No te deja realizar tus sueños.
Arribé al exilio con 50 años, y esto se dice fácil, pero no lo es. Muchas rupturas, muchas pérdidas… Desde aquí me enfoqué en reestructurar la revista y procurar que el proyecto no muriera. Muchas de las colaboradoras que eran del interior del país tuvieron que abandonar el proyecto por la represión; algunas continúan trabajando bajo seudónimos, y tenemos colaboradores/as no solo en Cuba, sino de distintas partes de la diáspora y de diferentes nacionalidades. En definitiva, el periodismo digital como muchas otras cosas en nuestra aldea global adquiere necesariamente una visión transterritorial.
―¿Cuáles serían los principales retos que enfrenta la publicación como medio feminista independiente?
―Es un proceso complejo, por un lado, porque el periodismo con perspectiva de género trae incomprensiones dentro del propio gremio periodístico, aún más si es independiente. Y a veces cuesta encontrar colaboradoras que quieran publicar en un medio independiente sobre género en Cuba.
Pero esperamos que se cumpla el sueño de lograr un staff mucho más grande, con capacidad para autofinanciarse, crezca como proyecto independiente, y sea referencia dentro de este tipo de periodismo.
Por otro lado, tanto la búsqueda de fuentes como conseguir declaraciones de las víctimas de la violencia de género, es difícil. Aunque tenemos testimonios, a veces incluso desde los géneros literarios o de ficción, Alas Tensas aún tiene que ganar en encontrar las historias que constituyan una ruptura del silencio sobre la violencia. El testimonio de las víctimas, que expresan su dolor y su verdad, ayuda a otras mujeres víctimas a salir del círculo de violencia, a no callar, a crecer.
Es difícil lograr estos testimonios, más aún cuando en Cuba todo el mundo tiene miedo, ya no solo el miedo a romper tu propio silencio que siempre se encontrará con el odioso muro del “por qué ahora”, o el de “yo no te creo”, “tú tuviste la culpa”, y toda la revictimización que puede conllevar, sino el miedo a las consecuencias que pueda tener el dar a conocer tu verdad en un medio independiente. La Policía cubana trata de imponer el silencio alrededor de cada violencia.
Es nuestro objetivo lograr cada vez más que estas mujeres se expresen, para ganar en transparencia y para que se haga justicia.
No obstante, el trabajo que realizamos, a pesar de las muchas carencias a las que nos enfrentamos, también nos depara muchas alegrías.
Una alegría enorme fue que al principio pudimos imprimir varios números y se presentó en Perú y en Barcelona durante el evento de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), con muy buena acogida.
También es gratificante cuando logramos unirnos con otras plataformas feministas como YoSíTeCreo, la Red Femenina y otras organizaciones de mujeres.
Juntas hemos hecho llamados a la Presidencia para que declare el estado de emergencia en Cuba por el aumento de los feminicidios o para que se apruebe una Ley Integral contra la Violencia de Género.
Hemos desarrollado campañas para que se creen refugios, para tratar de prevenir la violencia machista, y hemos denunciado la violencia política hacia las mujeres cubanas que disienten, así como las injustas condenas a las manifestantes del 11 de julio.
Hemos apoyado campañas como la de YoSíTeCreo contra el matrimonio infantil, la cual coadyuvó a que se eliminara del anteproyecto del Código de las Familias.
―¿Crees que puede hablarse de un movimiento feminista cubano?
―Actualmente, creo que, en lugar de un movimiento, existen feminismos realizados de diferentes maneras, espacios, enfoques, impulsados por activistas independientes y plataformas que claman porque se apruebe una ley integral contra la violencia de género, la implementación de líneas de ayuda, casas refugios, que nos dejen asociarnos, que se rompan estereotipos, y se proteja a las mujeres de la violencia machista, y otras opresiones en todos los ámbitos.
El movimiento feminista cubano tiene sus raíces en el siglo XIX y se extiende por todo el siglo XX. Durante la República estuvo en la vanguardia de los países latinoamericanos.
En 1917, por ejemplo, gracias al feminismo se logró la Ley de Potestad y la Ley de Bienes; en 1918 la Ley del Divorcio; y en 1934 la obtención del Derecho al Voto.
En 1923 y 1925 el feminismo cubano logró dos congresos latinoamericanos importantes donde se trataron temas como la educación de la mujer, su participación en los espacios públicos, el reconocimiento de los hijos ilegítimos, el adulterio…
Ese progreso fue cortado de manera brusca con el triunfo de la Revolución, que consideró que el feminismo era portador de una ideología liberal pequeño-burguesa, que era innecesario e incluso dañino para la Revolución, y se silenció el movimiento.
Tuvieron que pasar décadas para que sus aportes, historia y principales figuras fueran rescatadas del olvido por algunas feministas. Y ese feminismo que nos antecede no podemos olvidarlo; dejó una marca importante para la historia de nuestro país, cambió cosas, logró que se aprobaran leyes que aún hoy nos benefician; y eso es inspirador para las mujeres de hoy.
Cuba tiene que abrirse, crear políticas públicas de prevención, leyes; tiene que ayudar a las mujeres en situaciones de vulnerabilidad e implementar una educación de feminismo desde edades tempranas para eliminar estereotipos y visiones patriarcales que fomentan y estructuran la violencia.
El activismo feminista tiene el derecho a existir dentro de cualquier sociedad; el patriarcado es más fuerte, ejerce mayor opresión en aquellas sociedades donde el feminismo es más débil o no pueda desarrollarse. El feminismo siempre es un peligro para el Poder, por ello en Cuba no permiten las asociaciones feministas, no permiten que se organicen de manera autónoma, que marchen por sus derechos, que ayuden a implementar políticas de prevención. No imaginas cuánto dolor me causa que las muertes machistas se oculten y el nombre de las víctimas quede en el olvido; sí, porque ni siquiera por las que ya no están se puede marchar un 8M. Las feministas en Cuba, como mismo ocurre en otros países cercanos como Nicaragua, son demonizadas y violentadas por el Estado y sus agentes.
―El 2021 para Alas Tensas…
―El 2021 fue un año crucial para Cuba en todos los sentidos. Muchos factores llevaron al estallido social del 11J. Fue un año donde se conjugó la alegría por la madurez de la sociedad civil y el despertar del pueblo con el dolor enorme por la represión desatada luego por el Gobierno con la clara intención de matar cada intento de libertad de nuestro pueblo.
Alas Tensas ha estado dando visibilidad y denunciando la represión a las mujeres que han participado en política, a las víctimas del 11J, a activistas, madres, periodistas. Entre nuestras páginas y redes están las mujeres cubanas que intentan seguir adelante con sus proyectos y buscan la autonomía y el empoderamiento en una sociedad en crisis, depauperada y dañada hasta la raíz.
Ha sido el 2021 un período de vértigo, que yo creo que nos llevará a puerto seguro más tarde o más temprano, porque la noche no puede ser eterna.
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