MADRID, España.- El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) reportó que durante el mes de enero de 2022 ocurrieron en la Isla 275 protestas antigubernamentales, a pesar del “terror sostenido y arbitrario” del régimen.
De las 275 protestas, las realizadas por motivos políticos y civiles sumaron 175 (64%). En su mayoría 160 (58% del total) estaban directamente relacionadas con los abusos, arbitrariedades judiciales y condenas a participantes pacíficos del 11 de julio, así como con las torturas y maltratos en las cárceles, precisó el OCC.
Del total de las protestas ocurridas en enero, “160, más de la mitad (58%), estuvieron motivadas por el estado de terror impuesto alrededor del 11 de julio”, precisa el documento.
Mientras que las manifestaciones por razones económicas y sociales fueron 100 (36%); relacionadas fundamentalmente con las consecuencias de la “tarea ordenamiento”, la inseguridad ciudadana, la violencia doméstica (incluidos 3 feminicidios), los robos y asaltos, que ocurren ante una policía que “tiene como prioridad la represión contra disidentes y no mantener el orden público”.
Según explicó la plataforma, estas manifestaciones se han desarrollado en su mayoría de manera individual o de pequeños grupos y a través de acciones como grafitis, carteles, misas, videos, fotos, campañas en las redes sociales y denuncias públicas a través de medios independientes.
El OCC destacó la labor de oposición de las Damas de Blanco y de las madres y familiares de los presos políticos.
Durante este periodo, las protestas estuvieron marcadas por las consignas “No somos continuidad”, “Patria y Vida” y “Libertad para los presos políticos”, indica la entidad.
Además señaló el valor que tienen estos hechos que visibilizan la situación cubana y “causa desconcierto en la psicología arrogante de los opresores y alienta la vocación de insumisión de los oprimidos”.
Tales acciones se transforman “con rapidez en noticia que trasciende…, y, según el caso, puede convertirse en titular de un medio de prensa internacional”.
El observatorio destacó que, contrario a lo que busca “el terror gubernamental, las protestas no desaparecieron” sino que “se radicalizaron”, especialmente las relacionadas con los juicios a puertas cerradas que desarrolla el régimen contra los manifestantes del 11J.
La constancia de estas manifestaciones refleja que se va perdiendo “la mentalidad de sumisión que prevalecía antes del 11 J”, apuntó.
Sobre los métodos represivos del Gobierno cubano, condenó la vigilancia masiva, las detenciones arbitrarias, los juicios sin debida defensa, las sentencias excesivas, los despidos laborales, el acoso en los hogares y amenazas a los activistas y familiares de las personas encarceladas y la violencia en las cárceles contra los detenidos.
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