El Consejo Provincial de la Brigada de Instructores de Arte José Martí en Sancti Spíritus sirvió para reconocer a sus miembros que laboraron en zona roja
Durante la asamblea se le rindió homenaje al más universal de todos los cubanos, a José Martí. (Foto: Facebook)
La superación como vía necesaria para desempeñarse como mejores profesionales en la preparación artística del resto de la sociedad resultó uno de los temas más debatidos durante el Consejo Provincial de la Brigada de Instructores de Arte José Martí (BJM) en Sancti Spíritus.
De acuerdo con el informe presentado por la presidenta del movimiento en el territorio, Yadira Castillo, 280 de sus miembros no han continuado estudios en la Educación Superior.
Conscientes que con anterioridad han contado con muchas posibilidades para la superación, hoy es una limitante la inexistencia de carreras afines en varias de las sedes universitarias municipales; una particularidad que junto con la de abrir la Licenciatura en Instructor de Arte precisa analizarse, de acuerdo con el fomentense Gender Hernández Oliva.
“Vayamos a la base —expresó—. Tenemos instructores en comunidades intrincadas que no pueden estar temprano en la universidad de la cabecera provincial. Diseñemos una estrategia desde la brigada para que los interesados puedan ingresar como lo hicimos muchos de nosotros, desde los municipios, y así estimulamos a quienes aún tienen dudas”.
Para el brigadista espirituano Félix Ramón Delgado Barrizonte será puntal para Sancti Spíritus, donde han pedido la baja 984 personas, desde la existencia de la brigada, retomar en la enseñanza media la especialidad de instructores de arte, un anhelo que prevé concretarse para el venidero mes de noviembre.
“A la hora de escoger el claustro de profesores hay que ser muy selectivo, consultar con el sistema de Casa de Cultura y la propia brigada para evitar experiencias negativas, ya que ser una personalidad de nuestra vanguardia no garantiza contar con los métodos para enseñar”, señaló.
Otro de los asuntos analizados por la membresía de la brigada fue el aprovechamiento de las redes sociales como espacio no solo de promoción sino de socialización, reforzado desde la llegada de la covid.
“Nos falta mucho por hacer, sobre todo porque nos limitamos a trabajar solo en la plataforma de Facebook —aclaró Daniel Gómez, instructor de teatro—. Es cierto que el precio de los megas nos frena, pero si logramos una mayor interrelación a la hora de publicar y compartir podemos hacerle mucha más batalla a la guerra que de forma inteligente nos hace el enemigo al intentar imponernos una cultura hegemónica”.
Las concepciones que hoy se tienen para realizar las evaluaciones del brigadista en las escuelas, las 162 plazas congeladas en el sistema de Casas de Cultura y el imperativo de transformar las comunidades también movieron los debates.
“Lo más lógico es que socialicemos las experiencias creativas porque no tiene sentido que estén solo entre las cuatro paredes de la escuela. No somos los únicos que podemos dar referencias artísticas y apreciativas. Hay que salir y aprovechar los talentos que nos rodean”, insistió Delgado Barrizonte.
El Consejo Provincial de la Brigada de Instructores de Arte José Martí en Sancti Spíritus sirvió de pretexto para reconocer a varios de sus miembros que laboraron en zona roja, además se entregó a Ángel Luis Fardales Naranjo el Reconocimiento Especial que otorga la Brigada de Instructores de Arte en el país y a José Meneses el de Miembro de Honor del movimiento juvenil.
