“Me preguntan si tengo algún familiar fuera del país, o alguien que me difunde los videos. Yo no tengo a nadie afuera, los videos los comparte la gente que tiene el mismo dolor que yo, la misma situación que yo. Por eso llegan a ADN Cuba, a Cibercuba, al influencer [Alexander] Otaola y ellos le aportan más información. Los videos caminan porque todo el mundo está siguiendo la situación que hay en Cuba”.
El padre del manifestante cree que la policía política lo busca a él porque la mayoría de los familiares de detenidos por el 11J “están en silencio, no denuncian los casos de sus hijos y familiares. Ellos [los agentes] están dolidos conmigo, porque en el último video hablo del tiro que le dieron al chiquito [muerto por la policía en la Güinera] y la injusticia”.
El jueves 23 de diciembre sentenciaron a Walnier Luis Aguilar y otra quincena de manifestantes por los hechos del 11 y 12 de julio. Sin embargo, el documento que oficializa el dictamen no ha sido entregado a los familiares de los condenados.
“Todos están sancionados pero la sentencia no ha bajado a ninguno, porque no hay pruebas para el delito de sedición. Entonces, yo no sé lo que van a hacer ellos”, dice el padre. “A mi hijo al principio le pedían 22 años y lo sancionaron con 23”.
Tras el juicio en el Tribunal Municipal de Diez de Octubre, Luis Wilber Aguilar declaró a los medios que la “jueza se echó a llorar” porque sabía lo arbitrario que fue el proceso.
Walnier “es un muchacho con problema mental y con certificado, con todos sus papeles médicos (…). Prácticamente es más niño que adulto”, dijo entonces su madre, Rosario Rivera, en declaraciones a Radio Televisión Martí.
Antes de denunciar públicamente la situación del joven, los familiares fueron más de una vez a pedir una revisión del caso en el Consejo de Estado, la Fiscalía General de la República, el Tribunal Supremo, el Tribunal de La Habana…