Siete años de cárcel y cinco años de trabajo correccional sin internamiento para un adolescente cubano huérfano de madre y padre, que participó en la protesta masiva del 11 de julio de 2021, en su provincia Holguín.
La Fiscalía llegó a pedir incluso 18 años de privación de libertad para Samuel Torres Durán, que cumplió 17 años en septiembre pasado.
El menor fue acusado de sedición como otros tantos manifestantes que se sumaron al pueblo ese día, en el que miles de cubanos se lanzaron a las calles para pedir un cambio político y libertad, asfixiados tras décadas de miseria y represión.
Torres Durán estaba terminando sus estudios para comenzar a trabajar, ya que con su corta edad y debido a su situación familiar, él es el sostén de su hermana de 14 años.
El adolescente no estaba en prisión, de acuerdo al portal de noticias CiberCuba, se encontraba «bajo medida cautelar de «obligación contraída en acta», que implicaba que se reportara con frecuencia ante la policía».
Otros jóvenes como Ayan Idalberto Jover Cardoza, Ernesto Abelardo Martínez Pérez, Keyla Roxana Mulet Calderón y Yeral Michel Palacios Román, todos menores de 19 años, están a la espera de juicio, pero enfrentan una petición de 15 años de cárcel.
En 2021 se incrementó considerablemente la cifra de presos políticos en la Isla, a raíz del estallido popular del 11 de julio, la organización Cuban Prisoners Defenders (CPD) reveló que al terminar diciembre en la Mayor de las Antillas más de 900 personas se encontraban privados de su libertad por razones políticas, recogió Martí Noticias.
