Holguín, 16 ene (ACN) Como parte de los programas de conservación de especies autóctonas de la flora cubana, el orquideario del Jardín Botánico de Holguín, asentado a unos cinco kilómetros del centro histórico de la ciudad, amplía las colecciones de estos géneros, distinguidos por la belleza y versatilidad de sus flores.
Las variedades se caracterizan por desarrollarse en ambientes húmedos e interactúan con los ecosistemas circundantes, por lo cual son altamente vulnerables a desastres naturales, incendios forestales, el cambio climático y la acción del hombre.
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Judith Floirian, experta de esta rama en el territorio, precisó a la ACN que el trabajo sostenido desde 2019 dentro del área botánica, ha introducido 23 géneros de orquídeas endémicas, nativas y exóticas, lo cual sobresale entre las medidas para la reproducción de las poblaciones, reducidas también por la colecta indiscriminada de ejemplares adultos en la naturaleza.
Actualmente se prioriza el cultivo de las orquídeas hemiepífitas y epífitas, clasificadas así por crecer sobre los árboles y terrestres con las raíces en el suelo, abundó la especialista.
Precisó que en las instalaciones se multiplican igualmente las bromelias, características de países tropicales del continente americano y registradas en peligro de extinción por la disminución drástica de su hábitat.
Floirian subrayó además que los programas de conservación incluyen la educación ambiental de niños, adolescentes y jóvenes para concientizar a las nuevas generaciones acerca de la importancia de estas plantas para el equilibrio en el entorno ambiental.
En Cuba, existen 130 especies endémicas de orquídeas y más de 700 de otras partes del mundo, abundantes en los ecosistemas montañosos de la isla Antillana, entre ellos Guamuhaya, en el centro del país, la Sierra Maestra y el Macizo Nipe-Sagua-Baracoa, ubicado en la zona este de la provincia fr Holguín.
El Jardín Botánico de la urbe holguinera cuenta con 50 hectáreas en explotación y unas 900 especies representativas de los cinco continentes, entre ellas el cactus enano, el bambú, el framboyán azul y la Monstera deliciosa, curioso género de malanga comestible oriunda del cono africano.
