Maikel Chávez, creador de las historias de Cuentos para Federico, durante el proceso de grabación de la serie.
Foto: Cortesía de Maikel Chávez.
Diversos retos enfrentó Animados Icaic en los dos últimos años, dadas las restricciones impuestas por la propagación de la Covid-19. La institución adscrita al Instituto del Arte y la Industria Cinematográfica y encargada de la producción animada en Cuba priorizó el trabajo a distancia y la diversificación de las propuestas según los diferentes grupos etarios.
En esta contante reinvención, el equipo dirigido por Esther Hirzel buscó alternativas para continuar desde sus hogares el trabajo en proyectos como La súper, largometraje de Ernesto Piña; Fernanda y el documento de Figueroa, de Mario Rivas; Cuentos de Ñañaseré, de José Martín Díaz; Ciberdanz, de Danny de León, y Cuentos para Federico, creación transmedial a partir de la obra del joven dramaturgo Maikel Chávez.
Sobre los detalles de esta última, conversamos en Altercine con Maikel Chávez y Alexander Rodríguez, el director de la serie animada.
De la literatura a la radio
“Federico llegó de manera orgánica a los estudios”, cuenta Chávez. Antes, recorrió la literatura, el teatro y la radio, además de las redes sociales; pero fue en las ondas de Radio Progreso donde obtuvo gran aceptación. En ese medio sigue obteniendo público de lunes a viernes, a las 5:30 pm.
Federico Maldemar es un peculiar ratón que surgió como personaje antagónico en la obra Un mar para Tatillo, ganadora de la primera edición del Premio Dora Alonso de la editorial Tablas-Alarcos, en 2008. De ahí subió a escena bajo la dirección de Teatro Pálpito, con dirección de actores de Corina Mestre.
Ya en La ínsula prometida, Premio José Jacinto Milanés 2018, se replantea su accionar hasta llegar a Vida y milagro de Federico Maldemar. Publicado en 2021 por la revista Tablas, ese texto viaja a la infancia del personaje, según Chávez, para comprender que “la solución ante los problemas no debe ser nunca encerrarse y odiar, sino transformar y amar”.
En la radio, Cuentos para Federico se convirtió en un fenómeno comunicativo. El programa se realizaba desde la casa, enteramente artesanal, y Maikel Chávez interpretaba todos los personajes. “Creamos una página de Facebook y el grupo de chat en WhatsApp ‘Amigos de Federico’. Una vez terminado el espacio, abrimos por una hora y los niños hablan con Federico, sugieren historias o canciones, le regalan dibujos, y hasta celebran su cumpleaños”.
“La dinámica en las redes sociales demostró que el traslado hacia otros medios no hace perder audiencia sino que, en realidad, atrae más oyentes a la radio. La transmedialidad permitió tener públicos de todas las provincias de Cuba y también de fuera de la isla. Gente de Perú, Ecuador, España, Estados Unidos, que escucha los cuentos por audio real en Internet.”
De la radio a los estudios de animación
Maikel Chávez trabaja como actor en Animados Icaic desde 2003. Allí ha prestado la voz para numerosos animados, como lo hace ahora en Anita y Tareco, una serie sobre la historia de Cuba dirigida por Yanet Hidalgo y Reinier Escalona, y donde comparte con la actriz Lezvy Samper.
El poder comunicativo de Federico motivó al director Alexander Rodríguez y al equipo de producción y dirección de Animados Icaic, a darle vida mediante la animación. “Maikel me había pedido que le hiciera el diseño de Federico para anuncios del programa en redes sociales y así nace como imagen”. De ahí salen los primeros spots animados de Federico y Pipo Pipo contra la Covid19.
Hay mucho talento joven proponiendo una visualidad renovada y una dinámica discursiva desde los guiones, que rehúye la banalidad y el cuento fácil y se inserta en temáticas contemporáneas y dialoga con los espectadores de la Cuba de aquí y ahora”
“Primero pensamos en el Federico títere que existía en la obra de teatro de Maikel. Lo imaginaba parecido a El narrador de cuentos, la serie de Jim Henson. Sería un personaje, Pipo Pipo, una especie de ilustrador de libros de cuentos, a quien Federico le pregunta qué estaba haciendo y este le cuenta una historia diferente en cada capítulo”, asegura Rodríguez. “Después vino la idea de combinar animación con actor real y se decide que Federico sea en animado, pues el diseño del personaje existía y los niños se identificaban con él”.
Para Chávez, esta experiencia “le permitió perfilar la estructura de los guiones para la serie de 15 minutos. El proceso creativo, siempre en transformación y renovación, ha sido muy rico en opciones. Y el diálogo con Alexander Rodríguez me ha permitido darle nuevos matices al carácter del personaje”.
Un producto de interés para toda la familia
El primer capítulo, en proceso de realización, se titula “El pollito Pintor” y surge a partir de la obra Aventura en Pueblo Chiflado, un texto premiado por la editorial Extramuros y publicado en 2005.
Cuentos para Federico posee las interpretaciones de Arletty Roquefuentes, Edwin Fernández, Lezvy Samper, Leanet Alarcón y otros que se irán incorporando a medida que entren los siguientes capítulos. Además de la voz del protagonista, Chávez le da vida al personaje de Pipo Pipo.
Los guiones están trabajados, explica el dramaturgo, “con toques bien cubanos, humorísticos, y en el lenguaje de los niños del aquí y ahora. El proceso de trabajo es lo más disfrutable, pues dentro del equipo se realiza una suerte de taller donde vamos ideando el universo de Federico, que es muy cercano al nuestro”.
La dirección de fotografía está a cargo de Mixael Porto; la directora asistente es Isis Chaviano y la producción es de Armando Alba. Darién Jerez, Héctor Serquera y Lázaro Lino Bruzón realizan la animación de la serie, bajo la guía de Wilfredo Planes.
Chávez insiste en comunicarse no solo con el público infantil, su principal destinatario, sino también con el adulto. “Los niños no van solos al teatro, ni ven una película solos, siempre hay un adulto regentando ese momento, por lo cual adquirimos un público doble. La responsabilidad es mayor a la hora de crear un producto que sea del interés de toda la familia y que se genere, de esa manera, un puente comunicativo donde se vean obligados a dialogar sobre lo que se ve”.
Apostar por nuevas propuestas
Animados Icaic debió reinventarse en 2020 y 2021 para seguir trabajando. “Los actores tuvimos que convertirnos en muchas ocasiones hasta en ingenieros de sonido, buscando el sitio idóneo para grabar las voces sin que existiera eco ni distorsión ni ruidos”.
Sostiene Chávez que “esta experiencia nos fortaleció y unió en medio de una situación epidemiológica compleja, y nos demostró la capacidad de sobreponernos como equipo de realización. Los spots no solo fueron creados para la televisión, pues se subieron a las redes desde el Facebook de la casa productora”.
Incluso los estudios abrieron las puertas a producciones independientes, como las series infantiles Cuentos de la tía Li, de Lídice Fernández, de Villa Clara; Cuentos para despertar la primavera, de Liuxander Ricardo, de Holguín; y los cortos para adultos Cerdo de Keiter Castillo, y Mi estrella de Henry de Armas, ambos de Camagüey.
“Hay mucho talento joven proponiendo una visualidad renovada y una dinámica discursiva desde los guiones, que rehúye la banalidad y el cuento fácil y se inserta en temáticas contemporáneas y dialoga con los espectadores de la Cuba de aquí y ahora”, asegura el autor de Ocho historias para un domingo, compilación de sus obras de teatro para niños publicada en 2021.
Mientras, Alexander Rodríguez opina que “el trabajo audiovisual en la actualidad va por buen camino. Con los nuevos dispositivos tecnológicos, cualquiera que tenga alguna inquietud puede realizar o cortos o animados desde su propia computadora o teléfono celular, sin tener que depender de una institución para alcanzar su sueño de hacer audiovisuales, tanto en animación como acción real”.
“Animados Icaic está consciente del compromiso con ese nuevo espectador de este siglo XXI. Somos herederos de la tradición de grandes maestros que conformaron el universo audiovisual de la institución, pero nuestra mayor divisa en estos tiempos es renovarnos desde todas las disciplinas confluyentes en la producción animada. Veo ahí nuevas oportunidades de crecimiento”, añade Maikel Chávez (2021).
