Una tormenta invernal que afectó el noreste de Estados Unidos contribuyó este inicio de semana a una ola de cancelaciones de vuelos, con lo cual aumentó el número de pasajeros que no han podido regresar a sus trabajos este lunes. Muchos han quedado varados en aeropuertos de la Costa Este.
Hoy lunes por la tarde en el aeropuerto de Miami se instaló el caos con cerca de 1 000 vuelos cancelados y colas de pasajeros preocupados por la posible ampliación de los vuelos suspendidos, sobre todo los de salida hacia el norte del país o Latinoamérica de aerolíneas estadounidenses. Los vuelos hacia Europa, en general, anunciaron retrasos, no cancelaciones.
Hacia las 3 de la tarde se registró la cancelación de 2 600 vuelos internos y más de 4 100 en todo el mundo, según el servicio de seguimiento FlightAware. Otros 8 500 vuelos se retrasaron, incluidos 3 100 dentro de Estados Unidos.
Los viajeros podrían tener esperanzas de una mejoría del pronóstico del tiempo. Las aerolíneas cancelaron menos de 300 vuelos estadounidenses programados para el martes, pero no se sabe cuántos serán cancelados por los efectos de la pandemia en las tripulaciones.
Las cancelaciones y retrasos se sumaron a la desesperación que sintieron durante el fin de semana los viajeros de vacaciones que intentaban regresar a sus casas.
«Fue un caos absoluto», dijo a la agencia AP Natasha Enos, quien pasó la noche del sábado y el domingo por la mañana sin dormir en el Aeropuerto Internacional de Denver en lo que se suponía sería una pequeña escala en un viaje de Washington a San Francisco.
Enos, que tenía una reservación en Frontier Airlines, no se enteró de que su vuelo de conexión a su hogar fue cancelado hasta que ya había aterrizado en Denver. Se apresuró a encontrar vuelos alternativos y a navegar a través de un área de reclamo de equipaje llena de otros viajeros varados y confundidos.
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«Había mucha gente en un espacio muy pequeño y no todo el mundo usaba nasobucos», dijo la analista financiera de 28 años. «Había muchos niños exhaustos, algunas familias estaban muy estresadas».
Con la propagación de la variante Ómicron, altamente transmisible, el promedio de siete días de nuevos casos diarios de la COVID-19 en Estados Unidos se ha triplicado en las últimas dos semanas. Superó los 400 000 el domingo, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
Durante varios días las aerolíneas y sus pasajeros tuvieron suerte con un clima mayormente favorable, pero una tormenta invernal que azotó el Medio Oeste el sábado provocó que las cancelaciones se dispararan a nuevos máximos.
Muchas de las cancelaciones se realizaron con un día de anticipación e incluso horas.