La Habana, 31 dic (ACN) En uno de sus tantos encuentros con representantes de los más diversos sectores, particularmente el del 4 de agosto de 2021 con estudiantes y especialistas de las ciencias económicas, Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, señaló que el primer reto que tenemos hoy es comprender las esencias de las medidas y de las políticas (adoptadas), que no son pocas, todo lo contrario, son muchas.
No basta con conocer el marco legal, sino que debemos entender cada una de las particularidades que tienen estas medidas y estar en condiciones de aplicarlas, por cada uno de los actores económicos, de una manera sensible y con un enfoque innovador, acotó entonces.
Traigo a colación esas palabras pues siguiendo el refrán de que el bosque no deja ver los árboles, hay quienes piensan que, ante la escasez de bienes y servicios y de la alta inflación, durante el año que termina el Estado cubano ha estado cruzado de brazos y olvidan que en lo primero que ha volcado su principal esfuerzo ha sido en vencer el combate a la COVID-19.
Como señaló el propio mandatario la pandemia fue una cosa nueva no solo para Cuba, pues llenó de incertidumbre al mundo, pero la respuesta que ha dado el país ha sido extraordinaria, aunque hay cosas que podíamos haberlas hecho de otra manera y las podemos hacer mejor.
En una nación donde prima la justicia social, siempre será prioridad la vida y el bienestar de sus ciudadanos, y pese a la contracción en los ingresos y a las limitaciones financieras hubo que destinar 16 mil millones de pesos a la vacunación de la población, a respaldar las garantías salariales por interrupciones justificadas y necesarias, muestra elocuente de que aquí nadie queda desamparado, y a la adquisición de medicamentos y materiales afines.
Alrededor de 800 millones de pesos adicionales demandó la transformación de barrios y comunidades, en aras de solucionar gradualmente los problemas de la población, atender situaciones de vulnerabilidad y mejorar las condiciones de vida de sus moradores, programa que comenzó por la capital y a finales de año se extendió a otros territorios.
Por suerte tras la reapertura de sus fronteras el 15 de noviembre, el país va en camino de su recuperación y lo hace partiendo de las experiencias, resultados y retos que desde el primero de enero -con el inicio de la Tarea Ordenamiento- desafió, sin imaginar que en el 2021 los enemigos históricos de la Revolución nos tirarían no solo a matar sino a desaparecer, tal cual advirtió recientemente Díaz-Canel.
Un año de muchas limitaciones y también de transformaciones
En lo económico fue un año muy tenso y complejo, pero también prolífero al constituirse en septiembre las primeras micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) de las que hasta el 29 de diciembre existen mil 288 (la mayoría privadas), además de que surgieron nuevas cooperativas no agropecuarias y se amplió el trabajo por cuenta propia y la lista de actividades autorizadas.
Paralelamente continuaron las transformaciones en la empresa estatal socialista, el principal actor de la economía, con 28 medidas que le dan mayor autonomía, fortaleza y eliminan trabas, tal cual sucede con las 63 adoptadas para darle el vuelco necesario al sector agropecuario, y así incrementar los niveles de producción y diversificación de alimentos, otra prioridad del Estado.
A todo lo anterior sumemos las inversiones en el Sistema Eléctrico Nacional, el desarrollo de vacunas contra la COVID-19 , la implementación de la Estrategia Económica y Social y los avances en el Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, entre otras tantas acciones.
Aunque no se compensara la caída sobre el 13 por ciento del Producto Interno Bruto, y a pesar de la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo del gobierno de EE.UU. contra Cuba, en 2021 la economía cerró con un 2% de crecimiento.
Tal cual explicó el vice primer ministro Alejandro Gil Fernández en el reciente III Pleno del Comité Central del Partido (continuidad del 8vo. Congreso celebrado en abril), y pocos días después ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, también hubo aspectos negativos.
Enumeró que más de 500 empresas estatales cerrarían el año con pérdidas, la dolarización parcial de la economía en las relaciones entre las empresas y de estas con el sector no estatal, y las desviaciones del diseño de la Tarea Ordenamiento, fundamentalmente en lo referido a la inflación minorista.
Cuba, con su economía abierta, no escapa a las draconianas condiciones que imponen el inamovible orden económico y financiero mundial y otras falencias, sin olvidar que estamos bajo un recrudecido y criminal bloqueo y que en los últimos tiempos el país ha dejado de ingresar más de tres mil millones de dólares (sin incluir los daños provocados por esa injusta política), según el también ministro de Economía y Planificación.
El combate a la COVID-19 ha supuesto al mismo tiempo un incremento de los gastos en divisas para atender a nuestra población, y de los precios de las importaciones y de los fletes (muchas navieras no quieren trabajar con Cuba debido al bloqueo), lo cual ha limitado la adquisición de insumos y por consiguiente ha impactado en la disminución de los rendimientos agrícolas.
Gil Fernández aclaró que la actual inflación no tiene que ver con la Tarea Ordenamiento, por ser una consecuencia inevitable de la agudización del bloqueo, del impacto de la pandemia y la crisis económica internacional, y a diferencia de lo que ha ocurrido en muchos países, en Cuba la subida de los precios no se ha generalizado pues muchos bienes y servicios continúan siendo subsidiados.
También reconoció que la inflación en 2021 se comportó por encima de lo diseñado en la Tarea Ordenamiento, y esto afecta parte de la capacidad de compra del salario a lo que se suman, para empeorar, el desabastecimiento y la especulación y el acaparamiento por personas inescrupulosas, indisciplinas que enfrentarlas requerirán del control estatal y popular.
Las soluciones a muchos de nuestros problemas presentes en el año que concluye no llegarán de la noche a la mañana; en primer lugar porque el bloqueo va a seguir y entonces tenemos que ver cómo, con nuestro esfuerzo y talento lo superamos, y hacemos las cosas de forma distinta pero para seguir resistiendo, desarrollándonos y avanzando.
Tampoco creernos que los actores económicos cambiarán con los nuevos modelos si se continúa con las viejas prácticas, es decir, el primer reto que tenemos hoy es comprender las esencias de las medidas y de las políticas (adoptadas), que no son pocas y cuya aplicación requiere sensibilidad y un enfoque innovador, tal cual ha reclamado el Primer Secretario del Comité Central del Partido.