MADRID, España.- José Daniel Ferrer García, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), consideró que Cuba en el siglo XXI parece una nación del siglo XVIII por el atraso que le ha impuesto el sistema castro-comunista.
En una conversación telefónica con su esposa, la doctora Nelva Ismaray Ortega, difundida este lunes en el canal YouTube, se refirió al 2021 en Cuba como un “año más de crisis con la vivienda, con el transporte, con los alimentos, de éxodo de cubanos en busca de libertad”.
“Ha sido un año marcado por el azote de la pandemia de la COVID-19. Un año más de sufrimiento y de dolor para el pueblo cubano, que sufre una pandemia que comenzó en 1959”, dijo el preso político durante la llamada desde la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba, y que tuvo una duración de 3 minutos con 42 segundos.
“El año 2022 debe ser un año de redoblados esfuerzos de unidad de todos los cubanos, de muchos impulsos coordinados y unidos para conseguir el bienestar de la nación”, expresó.
Sobre su situación, explicó a su esposa que continúa en las mismas condiciones, con dolores de cabeza, con pésimo estado de salud, que ni siquiera le dejan leer la prensa oficial; “sepultado vivo en el siglo XXI”.
Ferrer aprovechó la conversación para leer un poema dirigido a Díaz-Canel: “En el infierno, Machado/ dice irónico a Fidel/ mi paisano Díaz-Canel/ por mucho me ha superado./ Es más asno y más cruel/ de lo que había calculado./ No le había imaginado/ a sus maestros tan fiel”.
Además trasmitió su gratitud al Parlamento Europeo y a todos los que se han manifestado en favor de su libertad y del bienestar del pueblo de Cuba.
José Daniel Ferrer fue detenido el pasado 11 de julio cuando se disponía a participar en la manifestación popular en Santiago de Cuba, como parte de las protestas antigubernamentales que sucedieron ese día en todo el país.
El pasado 17 de diciembre, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos (OPDDH), lanzó una campaña a favor del opositor.
Ferrer “se encuentra detenido en una celda de aislamiento, sin ventanas, acceso al exterior, ni contacto con el resto de las personas detenidas. En la celda no hay aire ni luz natural, sino que está iluminada por una fuerte luz artificial que produce afectaciones a sus ojos. Los alimentos que recibe se encuentran en estado de descomposición […] y está obligado a vestir solo ropa interior”, condenó el Observatorio.
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