LA HABANA, Cuba. – Cada vez que Yoel Urgellés llama por teléfono es para recordar: “¿Tú sabes lo que acaban de decir en la televisión? Dicen que no tienen niños presos… ¿Y mi chamaco qué es?”.
Lázaro Noel Urgellés Fajardo lleva cinco meses presos por haber salido el 11 de julio a manifestarse con un grupo de amigos. Antes de cumplir la mayoría de edad, ya la Fiscalía le pedía 13 años de privación de libertad a Lázaro Noel, por los supuestos delitos de “sedición” y “hurto”.
“Ese día [11J] yo estaba trabajando a siete u ocho cuadras de su casa”, recuerda el padre. “Él vive en Santo Suárez. En eso me llama la madre, Maylín [Fajardo] y me dice: ‘Vamos a buscar al niño que está en Aguilera’”. Se refiere a la estación de policías del municipio Diez de Octubre.
“Se los llevó el DTI [Departamento Técnico de Investigaciones] mientras estaban comiéndose una pizza. A él y a tres amiguitos más de la zona”. Se trata, presuntamente, de Brandon David Becerra (18 años) y Kendry Miranda Cárdenas (17 años), a quienes el régimen pretende condenar a 18 y 20 años de cárcel, respectivamente.
La detención de Lázaro Noel ocurrió una semana después del estallido social del 11J. Sus padres estuvieron un mes sin poderlo ver. El mismo día de su arresto, Yoel Urgellés acudió en vano a la estación de policías: hasta que contrató a un abogado no supo que su hijo aparecía en un video con una piedra en la mano. Aun así, la petición fiscal y el trato le siguen pareciendo abusivos.
“Se lo llevaron y estuvimos un mes sin saber de mi chamaco. Él, que es mi vida”, denuncia Urgellés. “Me dicen que estaba en la manifestación y aunque lo hayas visto con la piedra en la mano, no quiere decir que la haya tirado. ¿Dónde está el policía, o los policías, que le dieron tres tiros a un amigo mío, en el sector de Toyo?”, se pregunta.
“Por andar con una piedra les quieren tronchar la juventud a esos muchachos. ¡Cómo es eso, si a los que matan no les echan esa cantidad de años! Él estuvo hasta en 100 y Aldabó, una unidad técnica de mayor rigor. Un menor que no sabe nada de la vida. Eso es torturarlo”, lamenta.
“Contratamos a un abogado: 4 200 pesos por gusto. Fue a verlo una sola vez a [a la prisión] El Guatao”, explica. Cuando el letrado le pidió esperar, Urgellés respondió: “¿Esperar qué? Defiéndelo, coño”.
También le dijo que había presentado varios cambios de medida que habían sido denegados, pero no tiene cómo comprobar que así sea.
“Mi hijo no es de ambiente [la cárcel]. Él estudia, tiene su carrera, pero al estar la COVID cerraron las escuelas. Es graduado de fresador en la René Ramos Latour. Yo iba a la escuela a cada rato; ahora extraño hasta cuando lo regañaba”, cuenta Urgellés.
“Cada vez que lo veo a la hora de irme tengo que llorar porque no estoy adaptado. Está desde que nació conmigo. Aun yo separado de su mamá, él seguía conmigo y seguirá hasta que yo me muera”.
El desespero de Urgellés crece cada vez que tiene que ir a verlo a la prisión. “Esta candela es mía. Yo adoro a mis hijos y ellos son míos. La mamá está embarazada. La hermana siempre va conmigo. Él extraña mucho a su hermanito de tres años. Lo veo asfixiado allá adentro. Él no es de juntamenta y lo pusieron con una pila de menores de Arroyo Naranjo y San Miguel del Padrón en la compañía C-5. No lo veo como es él. Lo veo triste”.
Lázaro Noel Urgellés Fajardo es uno de los 15 menores de edad que permanecen encarcelados y a los que la Fiscalía pide condenas que muchas veces exceden sus edades.
Hasta el último reporte fruto del trabajo colaborativo entre las organizaciones Cubalex y Justicia 11J se desconoce la petición fiscal de los que aún tienen 15 años de edad como Leosvani Gimenez Guzmán, Rubén Alejandro Parra Pupo; y de los de 16 años William Chenier Ríos Arrieta y de Jonathan Torres Farrat (quien acaba de cumplir 17 años y que ha sido acusado de los supuestos delitos de desorden público y atentado). Tampoco se sabe de la petición fiscal de Yankier Sardiñas Franco ni de Yerman David Gutiérrez Dueñas, ambos de 17 años de edad.
Estos cinco meses de reclusión ilegal sirvieron para que al menos tres de ellos cumplieran la mayoría de edad y así publicar las peticiones fiscales. La Fiscalía quiere imponer 15, 18 y 23 años de privación de libertad a Emiyoslan Román Rodríguez, Brandon David Becerra, Rowland Jesús Castillo. Todos acusados del supuesto delito de “sedición”.
Por otro lado, con medidas cautelares de libertad bajo fianza o reclusión domiciliaria se encuentran otros menores cuyas peticiones fiscales oscilan entre cuatro y 18 años de privación de libertad.
Mientras el periódico oficial Granma y el gobernante Miguel Díaz-Canel niegan la presencia de niños y niñas en prisiones, no mencionan cómo va en detrimento de la misma infancia que la responsabilidad penal en Cuba sea a partir de los 16 años, ni llaman por su nombre a Giuseppe Belaunzaran Guada, Jonathan Pérez Ramos, Ayan Idalberto Jover Cardoza, Ernesto Abelardo Martínez Pérez, Keyla Roxana Mulet Calderón, Rey Alejandro Martínez Tamayo, Samuel Torres Durán, Raul Xavier Díaz Pérez y Yeral Michel Palacios Román.
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