MIAMI, Estados Unidos. – Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación del régimen cubano, anunció este martes que su Gobierno proyectaba una “gradual recuperación económica” para 2022 y esperaba alcanzar un crecimiento del PIB “en el entorno del 4%”.
De acuerdo con el funcionario, el incremento previsto para el año entrante lograría superar las caídas experimentadas en 2019 y 2020, así como el crecimiento aproximado del 2% en 2021.
Para el año que casi concluye, el régimen cubano esperaba un crecimiento del 6%, una meta que quedará muy por debajo de la realidad. No obstante, Gil Fernández precisó que la cifra del 2% rompería la tendencia negativa de los dos últimos 24 meses.
De acuerdo con la intervención del funcionario en el Octavo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que no se alcance la cifra proyectada se debe a la pandemia de coronavirus y al embargo de Estados Unidos, “que se mantiene presionando y actuando para cortar las vías de suministro de divisas y recursos que el país demanda”, dijo, sin reconocer las graves deficiencias de la economía cubana.
Asimismo, también culpó al crecimiento de los precios de importación y de los fletes, a los resultados de la agricultura y la industria manufacturera, a las más de 500 empresas estatales con pérdidas, la dolarización parcial de la economía en las relaciones entre entidades y “las desviaciones del diseño de la Tarea Ordenamiento”.
Según él, el crecimiento esperado para el próximo año está basado en más producción nacional. “La tarea es crecer sin más importación, aumentando la eficiencia”, dijo.
Sin embargo, el economista cubano Elías Amor, consultado por CubaNet, considera que la estimación del 4% “va a ser muy difícil de conseguir en el año 2022”.
“La única opción para crecer ―consideró ― es potenciar lo que denominanos sectores internos de la economía y que escapan de una manera directa o indirecta del control estatal. Ahí estarían el sector agropecuario, la construcción de viviendas, las inversiones en infraestructuras… Si eso no remonta la economía cubana no alcanzará ese 4% durante el año 2022”, consideró.
Amor también recordó que las previsiones de crecimiento económico de Cuba que se incluyen en el plan de cada año “se incumplen de forma sistemática básicamente porque no existen los mecanismos tractores que se dan en otras economías ―las economías de mercado―, en donde la motivación de los agentes económicos, los precios, la demanda y la oferta son los que permiten que se produzca el crecimiento económico y la prosperidad”.
Por su parte, en la economía cubana el peso del Estado es “tan abrumador que los movimientos del presupuesto son en buena medida los que determinan el crecimiento o el decrecimiento. Y así llevamos dos años, largos, en los que la economía cubana se hunde en una profunda y grave recesión no solo por culpa de los efectos de la pandemia y la falta de ingresos procedentes del turismo, etcétera, sino porque los motores internos de la economía, básicamente la agricultura, la ganadería, la construcción de viviendas, las inversiones en la infraestructura, pues están completamente paralizados”, concluyó.
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