Bartolomé Masó, Granma, 10 dic (ACN) Cuando en pleno siglo XXI la educación es apenas un sueño para infantes y adultos en muchas partes del mundo, ese elemental derecho humano forma parte de la cotidianidad de los cubanos que habitan en el consejo popular de Providencia, a unos 12 kilómetros de este poblado oriental, cabecera del serrano municipio de igual nombre.
En la comunidad de Cayayal, la escuela rural multigrado Clodomira Acosta Ferrales asegura la enseñanza de nivel primario para 12 niños de preescolar a sexto grado, quienes disponen de televisor, base material de estudio y otros recursos indispensables.
No deja de ser un proceso bastante complejo, pues al heterogéneo grupo lo asume una sola maestra, declaró en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias la joven Juana María Veliz Benítez, al frente del plantel desde hace cuatro años.
Luego del largo periodo de aislamiento impuesto por la pandemia de la COVID-19, y una vez inmunizados en el propio consejo popular, subrayó que todos regresaron a su aula el pasado 15 de noviembre, fecha del reinicio oficial del periodo lectivo 2020-2021 en Cuba.
Explicó que sólo dos alumnos padecieron la peligrosa enfermedad, por lo cual asistieron previamente a consultas médicas especializadas.
A pesar del tiempo transcurrido volvieron de completo uniforme, aunque ya están muy contestos por el cambio anunciado a instancias de país, y esperan ansiosos a marzo próximo para lucir el nuevo diseño, señaló.
Veliz Benítez detalló que cada educando posee los libros requeridos, gracias a las buenas condiciones, el chequeo mensual, la conservación y reparación de la base material de estudio.
Esa necesaria acción favorece igualmente sillas, mesas y otros materiales, y la realizamos de conjunto niños y profesores.
Antes también involucrábamos a los padres, pero ahora su acceso al centro se ha limitado, como medida de prevención frente a los riesgos aún latentes de la COVID-19.
Erigida a un costado del sitio histórico que recuerda el nacimiento allí de la combatiente y mensajera del Ejército Rebelde Clodomira Acosta Ferrales, la escuela homónima atiende a los infantes de las cercanas comunidades de Cayayal y La Güira, y tras culminar el sexto grado los mismos tienen garantía de continuidad de estudios en la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, primera gran obra educacional construida por la Revolución.
Vecina del barrio de Providencia, Juana María es responsable, además, de la dirección zonal que incluye otros dos planteles en los asentamientos de Boca del Salto y El Cristo, con un total de 38 alumnos y 21 trabajadores.
A sus 28 años de edad, tampoco descuida la preparación dirigida a obtener la licenciatura en Maestro Primario, especialidad que estudió en la sede universitaria municipal de Bartolomé Masó, en la modalidad de curso por encuentros.
El trabajo no es fácil, si dijera eso estaría mintiendo. Mas, al final de la entrevista, las anécdotas de cuánto o qué falta, de enfrentar a veces algunas situaciones complejas con educandos y familias, y de largos trayectos a lomo de mulo por riesgosos caminos de montaña, se le diluyen en una sonrisa de satisfacción y cariño cuando habla de los posibles graduados del actual periodo lectivo, “muy buenos los dos”, agregó.