Alrededor de una tonelada y media del crustáceo pudo recuperarse tras la salida precipitada del agua por el extremo superior del dique
La camaronera espirituana desarrolla un intenso programa de recuperación de sus hectáreas para crecer productivamente.
Una lluvia local intensa en El Salado, zona donde se encuentra ubicada la camaronera espirituana, provocó una avería en uno de los estanques destinados al desarrollo del camarón, al desbordarse el agua embalsada y, con ella, buena parte de la biomasa en crecimiento.
En declaraciones a Escambray Luis Orlando Rodríguez, director de la Unidad Empresarial de Base Cultivo del Camarón de Sancti Spíritus, explicó que los trabajadores de su entidad se personaron de inmediato en el lugar y colaboraron en la recolección de los animales, que ya estaban a punto de ser cosechados, por lo que los daños fueron mínimos.
“El hecho en sí ocurrió en la Granja 2 de la camaronera, la cual está destinada a la ceba del crustáceo —aclara el director de Cultizaza—, pero afortunadamente desde que cesó la lluvia causante del reblandecimiento del terreno en uno de los bordes superiores del dique se procedió a recoger la mayor cantidad posible de animales de unos 11 gramos de peso, y logró recuperarse alrededor de una tonelada y media sin ninguna dificultad”.
El propio directivo aclaró que los trabajadores contribuyeron a la recogida de la especie y se mantuvieron en el estanque hasta el final de la inesperada cosecha.
El 2021 ha sido un año marcado por limitaciones para Cultizaza, sobre todo en lo relacionado con la entrada de insumos desde el exterior destinados al crecimiento semi intensivo del camarón, uno de los rubros exportables más significativos de la provincia. Aun así, sus principales fortalezas han estado dirigidas a incrementar la capacidad de almacenamiento de larvas procedentes del Centro de Desove de Yaguaramas, en Cienfuegos, lo que constituye un eslabón imprescindible para la continuidad del proceso productivo.
Igualmente, se ha trabajado en la recuperación constructiva de las primeras 10 hectáreas que por años han estado en desuso en la zona norte de la entidad, con las cuales la camaronera espirituana completaría su cadena de desarrollo y aseguraría la infraestructura necesaria para crecer hasta alcanzar las mil toneladas de camarón de cultivo previstas para etapas futuras.
