Si la clavadista capitalina Anisley García ganó la primera medalla de oro para Cuba en los I Juegos Panamericanos Juveniles de Cali, al luchador santiaguero Arturo Silot (97 kg) le correspondió el mérito de lograr la última de las 29 que ratificaron el quinto lugar en el evento.
En los torneos Cerro Pelado-Granma que se efectúan aquí, Estados Unidos siempre trae un equipo de libristas que llenan los primeros lugares, pero en esta ocasión, entre noveles, el resultado confirmó que en el futuro puede ser de otra manera, si Silot y los muchachos de la preselección siguen por esa senda de sacrificio y victorias.
El estadounidense Peter Casale recorrió la ruta inicial en los Juegos sin problemas. Derrotó (10-0) al bahamés Chigooze Lieoma, en cuartos de final, y al mexicano Josué Campos (4-0) en semifinales; mientras el antillano dispuso del paraguayo Leonardo Cáseres (4-0) y del venezolano Carlos Mendoza (10-0) en las mismas instancias, con lo que quedaba el panorama listo para buscar el oro entre los triunfadores, en un día claro para el cubano, ganador (12-1).
Después de su reconfortante éxito, Silot comentó a Granma, «que de mis 20 años llevo 14 dedicados a este deporte, aunque también practiqué el judo. La lucha es mi pasión, aprendí mucho con el entrenador en la base Iván González, quien me educó hasta entrar en la Eide. Ahora en la preselección nacional me dirige Reinier Fuentes de Moya, y aquí he sido cuatro veces campeón nacional y también tengo un bronce».«Sabiendo que Estados Unidos es potencia mundial en la libre, me propuse emplear mi velocidad, y para imponerme a Casale le apliqué una entrada de takle al tobillo. Este deporte, con la cantidad de competencias internacionales que tiene, ha aumentado su nivel competitivo, razón para prepararse mejor». Comentó que «ha sido mi mayor éxito en la carrera deportiva, pero nunca antes obtuve uno como éste, lo que me tiene muy contento». Ahora, después de unas vacaciones felices, vendrá de nuevo el entrenamiento para otras justas.