Santiago de Cuba, 7 dic (ACN) Con el depósito de una ofrenda floral en la Casa Museo Frank País García, Monumento Nacional en esta ciudad, fue recordado el nacimiento del excepcional combatiente, hace hoy 87 años, quien por su valor y arrojo se ganó la jefatura de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio.
Similar gesto aconteció en la Primera Iglesia Bautista donde llegó al mundo, ya que el padre, el reverendo Francisco País, vivió en la casa pastoral hasta su deceso, cuando el mayor de sus tres hijos tenía casi cinco años de edad.
Con motivo de la fecha se realizó en la Casa Museo el taller Los niños hablan de Frank, pertenecientes a la Escuela Secundaria Básica Rubén Bravo, en particular del destacamento que se identifica con el nombre del revolucionario, asesinado por la dictadura batistiana con apenas 22 años.
Los educandos trataron en ponencias las diferentes facetas y su legado para las futuras generaciones.
Recordando a Frank País en el 87 aniversario de su natalicio, junto al colectivo de trabajadores de la Casa Museo. #CubaViveEnSuHistoria #SantiagoDeCuba pic.twitter.com/7K8ApE1CEp
— José Ramón Monteagudo Ruiz (@RamnMonte1) December 7, 2021
De carácter memorial biográfico, la institución cultural acerca a los visitantes a la vida de Frank País, quien tuvo cualidades para organizar las luchas en las ciudades.
Decidió dejar su profesión de maestro para dedicarse por entero a la causa, al tiempo que gustaba de la pintura, la poesía y la música.
Frank fue a residir a esa vivienda con su madre doña Rosario y sus dos hermanos menores en 1939, al abandonar la casa pastoral.
En la humilde vivienda, ubicada en San Bartolomé 226, entre Habana y Maceo, transcurrió su infancia y juventud y nacieron las ideas de libertad, siendo posteriormente lugar de reuniones y de escondite de armas, documentos y dinero.
Conserva las habitaciones de Frank y Josué y la sala, espacios con el ambiente familiar de la época, fotografías, el piano que doña Rosario tocaba en la Iglesia bautista e instrumentos musicales de Frank, como el armonio y el acordeón.
También la mascarilla mortuoria tomada antes de recibir sepultura en el cementerio Santa Ifigenia, por la escultora y profesora de Dibujo de la Universidad de Oriente, Olga Maidique.
Al morir Frank y Josué País, la madre pasó a residir a una vivienda en la calle San Carlos, en la barriada de El Tivolí.
La casa de San Bartolomé fue convertida en museo el 30 de noviembre de 1964, para perpetuar la memoria de los dos hermanos que con un solo mes de diferencia cayeron baleados en las calles de esta ciudad, y de la madre, que supo con valentía sobreponerse a la pérdida de sus queridos y valerosos hijos.