A las 17:40 horas nos reciben en La Sierrita. Hasta las ranas nos dieron la bienvenida. Quiénes me conocen saben que no somos muy amigas, pero esta vez no sé por qué me parecieron diferentes.
Diferente ha sido también el camino recorrido hasta Bayamo con respecto a un año atrás, cuando las calles desérticas reflejaban la situación que vivía el país, sin saber que aún nos esperaban unos meses de julio y agosto muy difíciles.
Así las cosas. Pero desde diciembre del año 2020 en Santiago de Cuba hasta junio del 2021 en el propio Santiago, y luego en Granma y Guantánamo avanzaba el desarrollo clínico de la vacuna que en poco tiempo se convertiría en la primera anticovid-19 de subunidad en América Latina, que recibiera un Autorizo de Emergencia. Como rayo de luz en medio de una tormenta fue la vacuna Abdala para la mayoría de los cubanos.
Así nos confesaron los lugareños que nos recibieron en La Sierrita. Para aquellos que nunca han llegado a estos lares, La Sierrita es campamento base para todo aquel dispuesto a escalar los 1974 metros de la elevación más alta de Cuba.
Veinticinco años después que vine la primera vez, este sitio lleva la impronta de Expósito, que supo impregnar a los granmenses el saber hacer de las cosas que perduren en el tiempo y cada día mejor, para satisfacer al pueblo. Aquí nos recibieron con magos, el quinteto Cuba Son y con una buena sazón. Cuando amanezca vamos rumbo a La Plata.