Mi abuelo siempre decía que el café era de todos los cubanos, un símbolo de unión, pues en cada casa, independientemente de los recursos de sus propietarios, siempre al visitante se le ofrecía una taza de café.
También recuerdo a mi mamá decirme en los momentos más difíciles de la COVID-19 en Cuba, cuando eran muchas las escaseces, que lo que más necesitaba era café, que de eso sí no podía prescindir. El Café es Cuba, es el interior de nuestros campos, de nuestras montañas, es nuestra historia, nuestra gente; pero es también un símbolo de todo lo que tenemos que superar para que esté en cada hogar cubano sin que ello implique una hazaña y para que lo haga con la calidad que siempre ha tenido el café cubano. Por eso y por otras razones, es gratificante asistir al evento Chocolate con Café en Guantánamo y recorrer las montañas cubanas en busca de los secretos del café, para que este néctar de los dioses siga formando parte de nuestra cultura, de la misma manera que lo explicaba mi abuelo y sin que mi mamá tenga que extrañarlo.
El café cubano es apreciado en el mundo (Foto: Naturaleza Secreta de Cuba)
Producción de café (Foto: Naturaleza Secreta de Cuba)
Recogida de café (Foto: Naturaleza Secreta de Cuba)
El café cubano se cultiva fundamentalmente en las montañas (Foto: Naturaleza Secreta de Cuba)
