En “La Corbata” en Playa se hará una bodega y se han asfaltado las calles, en Centro Habana se han restaurado viviendas, la barriada de Tamarindo en Diez de Octubre ha reparado sus instalaciones de Salud; historias como estas son comunes tras el amplio proceso de transformación de los barrios que vive La Habana.
Tras tiempos difíciles por la pandemia, a sus 502 años la capital es una ciudad que renace, que ya comienza a reactivar su economía y su vitalidad. Gracias al esfuerzo local y a nivel de gobierno se retoma la alegría de sus barrios. Vecinos y trabajadores apoyan en la construcción de viviendas, centros culturales, comercios, infraestructuras hidráulicas, entre otras obras para mejorar la calidad de vida de los pobladores.
Hasta allí también se ha llevado la cultura y el arte, trabajadores sociales para apoyar a los más vulnerables, se ha buscado empleo para los desvinculados, impartido clases de capacitación y se ha dado fuerza a los proyectos comunitarios.
“No se trata solo de acciones constructivas, físicas; la principal “inversión” tiene que ser en el corazón de la gente, en el alma del barrio”, expresaba el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz durante su visita este mes a Centro Habana.
Pero, el cambio no es impuesto, sino que es diseñado desde las propias localidades a partir de sus problemáticas identificadas. “No venimos a intervenir la comunidad venimos a hacer cosas con ustedes, que sean ustedes quienes propongan y definan las prioridades, y a su vez controlen, para que todo lo que se haga se haga bien, con la calidad requerida”, es la idea que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, insiste en recalcar durante sus visitas a los barrios, puesto que se espera que sean los lugareños los que apoyen y ayuden a definir los proyectos.
Esta experiencia de transformación de las comunidades se ha expandido a todo el territorio nacional. Así lo vemos en la circunscripción llamada Cecilia, perteneciente al Consejo Popular de Paraguay, Guantánamo y otras muchas localidades.
Esta es una Cuba que renace desde sus barrios, con la voluntad de sus habitantes de no solo obtener el bienestar para su familia, sino pensando como país.