Camagüey, 13 nov (ACN) El Hospital Ginecobstétrico Ana Betancourt de Mora, de esta ciudad, retoma el sistema y horario de trabajo habituales en el inicio de la etapa de Nueva Normalidad, tras la reorganización de los servicios en medio de una alta incidencia de la COVID-19 en el territorio.
La labor del personal de Enfermería todavía queda sujeta a una jornada de 24 horas por cuestiones organizativas de la institución, y el centro conocido como Centenario, destinado normalmente a la atención ginecológica, se mantiene para el tratamiento a las gestantes con COVID-19.
Sigfrido Valdés Dacal, director de la unidad hospitalaria, comentó en comparecencia televisiva que, si bien en el Centenario es pequeño el número de casos ingresados, continúa con el tratamiento a pacientes contagiadas con la enfermedad, pues es el único lugar con las condiciones adecuadas.
En los próximos días existirán mejores condiciones para la asistencia médica, agregó, y la disponibilidad de camas está relacionada con el número de hospitalizaciones que es bastante alto, por lo cual en ocasiones deben buscarse estrategias para que no existan dificultades en la atención.
El hospital está en un periodo de alza de nacimientos, señaló el galeno, por lo cual hay una congestión importante en la cantidad de ingresos, teniendo en cuenta que allí se efectúa más del 80 por ciento de los partos de la provincia.
Las visitas siguen suspendidas, al igual que la presencia del acompañante de las pacientes, determinado solo para después del parto, aunque es autorizado antes de ese momento algún caso con condiciones específicas, analizadas en el grupo de trabajo de la unidad asistencial.
El 2021 ha sido complejo -donde se efectuaron hasta la fecha más de cuatro mil 200 partos-, e indudablemente los indicadores no son favorables, por la situación de la COVID-19, pero, aseguró Valdés Dacal, se tratará de minimizar el impacto de la epidemia, situación que no tiene relación con lo desarrollado en años anteriores.
En medio de la fase de mayor complejidad epidemiológica en la región agramontina, en el Ginecobstétrico Ana Betancourt de Mora fue reorganizado un grupo de servicios en los mismos espacios de siempre, en aras de ofrecer la mayoría de ellos, sobre todo los de atención a las madres y los bebés.
El cambio de turnos de trabajo, el acortamiento de las guardias médicas, la extensión de la labor de los profesionales de enfermería durante 24 horas, sobresalen entre las medidas adoptadas durante la contingencia sanitaria.
Fundado hace ocho décadas, el hospital materno camagüeyano consolida la asistencia a las embarazadas de alto riesgo, la realización de partos y los cuidados especiales a los recién nacidos y, al mismo tiempo, tiene como desafíos lograr una estabilidad en los indicadores de mortalidad infantil, materna, fetal y sobrevida.