LA HABANA, Cuba. – Este sábado, el medio de prensa oficialista Cubadebate deslizó una amenaza de muerte al presidente estadounidense, Joe Biden, en el artículo “Qué dolor que dolor que pena… (recuerda una vieja canción popular)”, de César Gómez Chacón.
“Un presidente Biden, no se sabe si timorato o presa de las mentiras que le zumban en los oídos, no ha hecho nada por distanciarse del orate Trump en la política hacia Cuba. Parece jugar con la misma carta peligrosa que le costó la vida a J. F. Kennedy”, señala el texto de Cubadebate.
El autor advierte, además: “Pero… ¡peligro! El señor Biden acostumbra a dormirse en los laureles, como hizo en la recién concluida Cumbre sobre el cambio climático. Lo pueden sorprender por detrás”.
“Por eso las pupilas de los héroes anónimos cubanos, como los Cinco [espías que cumplieron prisión en Estados Unidos] y el doctor “Fernando” [agente de la Seguridad del Estado expuesto recientemente], las de los cientos de miles de valientes del internacionalismo, las de los combatientes de las instituciones de la tranquilidad ciudadana y de las FAR, las de los hombres y mujeres de la brigada de la Frontera, y las del pueblo con la guardia en alto en las calles, están hoy más insomnes que nunca”.
En el texto, Gómez Chacón hace referencia a las políticas estadounidenses hacia Cuba en los últimos años, a las que culpa de los “males” existentes en la Isla (crisis económica y sanitaria fundamentalmente), salvando así de toda responsabilidad a los políticos cubanos que administran la Isla. De igual manera, aprovecha para agasajar al PCC y a Raúl Castro.
En cuanto a Biden, lo ofende además diciendo que “se defecó olímpicamente fuera del tiborcito personal que le pusieron en la Oficina Oval”. Al referirse al expresidente Donald Trump, lo llama “meteorito”, “patán” y “orate”.
En Cuba, referirse o amenazar de esa manera al presidente o a funcionarios públicos conlleva, como mínimo, una condena a prisión de hasta ocho años por los delitos de “desacato” o “atentado”, según lo estipulado en el Código Penal. Por esos mismos delitos, cientos de cubanos, tras manifestarse pacíficamente el 11 de julio (11J) y gritar “Libertad”, “Patria y Vida,” y “Díaz-Canel singao”, están en prisión, condenados o en espera de juicio.
El resto del texto es una cínica retahíla de justificaciones de la crisis cubana y un ataque a “los enemigos de la Revolución” dentro y fuera de Cuba. Asimismo, se refiere despectivamente a los manifestantes del 11J, a quienes se refiere como minoría y cuyas “mentes calenturientas” fueron saturadas “de heces” por “la propaganda yanqui-fascista”.
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