Deportistas cubanos que irán a los Juegos Panamericanos Junior Cali-Valle (Colombia) firmaron un “compromiso” de cumplir “la responsabilidad contraída con la Revolución”, a un mes de la mayor fuga de atletas de la isla ocurrida en una delegación oficial, durante el pasado Mundial de Béisbol Sub-23 de México.
“Deportistas, entrenadores y directivos de las disciplinas de ciclismo, boxeo, triatlón, natación artística, clavado, natación y velas, que asistirán al certamen [en Colombia], se dieron cita en el capitalino Memorial José Martí con el objetivo de plasmar sus nombres en el libro de la dignidad”, informó el diario estatal Juventud Rebelde.
Rodny Álvarez Rojas, capitán del equipo de boxeo, entregó el libro a Oslvado Vento Montiller, presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder). Suniel Sosa, jefe de Relaciones Internacionales de la Unión de Jóvenes Comunistas, dio al pugilista “la bandera que defenderán en Cali”.
Otro boxeador, Luis Francisco Reynoso, dijo que serán “expresión de los valores que nos inspiran, apegados al juego limpio y dispuestos a no admitir provocaciones ajenas, propias del ambiente de un evento deportivo”.
En la entrega del “Libro de la dignidad” también asistió David Lahera Rodríguez, funcionario del Comité Central del Partido Comunista.
Es habitual que el régimen utilice a los deportistas como objetos de propaganda política. Las habilidades y triunfos de los atletas son presentados como consecuencia exclusiva de los recursos que el gobierno invierte en ellos, mientras les exige obediencia ideológica.
Pero no todo es como sueñan los funcionarios del Inder y el PCC. El caso más sonado de los últimos tiempos fue la fuga de medio equipo de béisbol en México, a pesar de que el mánager Eriel Sánchez dijo antes de viajar al Mundial Sub-23 (del 23 de septiembre al 2 de octubre), que se valoró “el patriotismo” para conformar la nómina.