El niño cubano que murió este fin de semana en el Tapón del Darién, fue identificado el lunes 8 de noviembre por la Defensoría del Pueblo (Colombia) como Bryan Rommel Corrales Bravo, de 14 años de edad.
Al parecer el menor falleció de un infarto, mientras intentaba superar con su familia la selva entre Panamá y Colombia, para continuar camino hacia los Estados Unidos.
Bryan Corrales había sobrevivido a un naufragio el pasado 10 de octubre donde murió su mamá, al sucumbir la embarcación que los llevaba de Necoclí a Panamá. Pero el 7 de noviembre el menor colapsó y fue sepultado a 50 metros de la desembocadura de quebrada la Resbalosa al Río Muerto, informó la Defensoría en Twitter.
Tras la muerte, los familiares del niño continuaron hacia Panamá. Ante el grado de descomposición del cuerpo y la no presencia de funcionarios, los guías de la zona decidieron enterrarlo.
Tras una insepcción del sitio, la Defensoría y la Personería de Acandí informaron que, por ahora, el cuerpo no ha podido ser trasladado al casco urbano del municipio de Acandí (Chocó), debido por las fuertes lluvias, ríos crecidos y características del terreno, informó el diario colombiano El Tiempo.
La Defensoría del Pueblo espera establecer contacto nuevamente con la familia de Bryan, cuando ellos lleguen a Panamá. “Hemos dialogado con agencias de cooperación para su recibimiento y atención en este país”, añadió la institución.
Carlos Camargo, defensor del Pueblo, lamentó el fallecimiento del niño cubano. “Es una verdadera tragedia lo que pasa en la zona, hemos reiterado la necesidad de una ruta humanitaria para una vía marítima segura entre los gobiernos de Panamá y Colombia, que permita reducir los riesgos del tránsito por el Tapón del Darién a niños, niñas, adolescentes, mujeres gestantes, madres lactantes y personas mayores”, agregó.