La administración del demócrata Joe Biden necesita más tiempo para definir su política sobre el envío de remesas a Cuba luego de devolver algunas de las recomendaciones que recibió del grupo de trabajo creado para hallar las mejores vías de reanudar los envíos sin beneficiar a los militares de la isla, dijo el viernes un funcionario del gobierno.
“Hemos recibido las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Remesas del Tesoro y el Departamento de Estado”, afirmó el funcionario en una rueda de prensa telefónica con un reducido grupo de medios, bajo condiciones de anonimato.
Según precisó, aunque sin ofrecer detalles de las propuestas recibidas, el gobierno devolvió algunas recomendaciones porque “lo que el presidente ha dicho públicamente es que estamos dispuestos a reiniciar los flujos de remesas, pero queremos asegurarnos de que el ejército cubano no se beneficie de eso”.
El presidente estadounidense encargó en julio a los departamentos del Tesoro y de Estado estudiar las vías posibles que permitiesen los envíos de remesas a la isla sin que el dinero beneficiase a los militares y la cúpula castrista.
La decisión se produjo luego de que Washington sancionara a funcionarios y fuerzas de seguridad cubanos por la represión desplegada contra los manifestantes que salieron en julio a protestar en más de 60 localidades de la isla contra la falta de libertades políticas y económicas, la agudización de la crisis económica y la escasez, y el agravamiento de la pandemia de coronavirus.
La eventual aprobación del envío de remesas, bajo nuevas condiciones que pueden no gozar de la aprobación del régimen castrista, supone un cambio de política de la actual administración estadounidense respecto a la precedente.