LA HABANA, Cuba. – Yunaiky de la Caridad Linares Rodríguez tiene 24 años y le piden 17 de cárcel por una acusación de sedición que no se sostiene. La petición fiscal 143/2021 presupone que ella “tomó un palo” y “dio golpes en la carrocería” de la patrulla 388. También la identifica “enarbolando una bandera cubana manchada de rojo, la que obtuvo de una forma no precisada”. No obstante, el documento no indica que el “rojo” era sangre quizás de algún manifestante.
Yurka Rodríguez García, más conocida como Niurka, supo la condena solicitada para su hija a través de Facebook. Ni el abogado ni ella ni la misma Yunaiky habían sido notificados previamente.
“Mi hijo de 16 años la vio por primera vez después de tres meses y él solo lloraba. Ella lo abrazó fuerte y le dijo: ‘No te rindas, mi hermano, que tú sabes que tu tata es fuerte y va a salir de aquí con la frente muy en alto’”, cuenta sobre la primera visita que tuvo la manifestante en la Prisión de Mujeres de Occidente, en el Guatao.
Durante el mes y una semana que estuvo en la estación de 100 y Aldabó, solo dejaron verla un día.
“La pude ver a la semana”, dice Niurka Rodríguez. “Me dieron una visita para que viera que no la habían golpeado. Ella me dijo que la tenían a base de inyecciones y dándole pastillas antidepresivas”. Aunque ahora la siente “fuerte”, sabe que “en el fondo está triste” aunque no lo quiera demostrar.
Petición fiscal 143/2021: Un mapa de los barrios pobres de La Habana
A Yunaiky de la Caridad la detuvieron dos hombres vestidos de civil y un inspector que dijo apellidarse Guevara “el día 21 de julio a las 5:30 de la tarde”. “Le dijeron a mi mamá, que es una persona mayor, que solo iban a conversar con ella. Mi hija no opuso resistencia ninguna”.
“La estuvimos buscando desde El Capri hasta la estación de policías de Acosta y nos decían que no estaba. A eso de las 8:00 de la noche, a mi hijo de 16 años lo llamó un hombre y le dijo que estaba en Acosta”.
En ese momento, el adolescente empezó a llorar; Niurka estaba en la calle tratando de encontrar a su hija. Solo al día siguiente pudo acudir a la estación de policía donde supuestamente estaba la joven.
“Al otro día, a las 7:00 de la mañana, me dirigí a Acosta y me dijeron que no estaba ahí. Me fui a Aguilera y tampoco. Luego a 100 y Aldabó y tampoco. Llamamos al número del día anterior y primero dijeron que ese era un número particular. Mi hermana formó lío y fue cuando nos dijeron que se la habían llevado desde la noche anterior para 100 y Aldabó”.
Varios meses después, Niurka aún no supera la sensación de tener a una hija desaparecida por 48 horas. No sabe qué le dijeron a Yunaiky durante esos dos días, pero luego ―denuncia su madre― se la llevaron engañada para El Guatao.
“Le dijeron que se iba para su casa. Ella se lo regaló todo a una colombiana que no tenía nada. Pero resulta ser que la pasaron para El Guatao y estuvo 16 días en pésimas condiciones, viviendo y comiendo de lo que las otras reclusas le podían dar”.
“Mi hija es una niña buena y mira dónde la tienen metida. Eso lo sabe el barrio entero. Ella estudió Elaboración de Alimentos, pasó un curso de Gastronomía en la escuela de Eusebio Leal (…). Era de la FMC, pero se quitó”, detalla su madre.
Además de Yunaiky de la Caridad, Niurka tiene tres hijos más (de 16 años, dos años, y nueve meses). También está a cargo de su madre, quien padece trastornos nerviosos. Sin soslayarlos, recalca: “Yo no me rindo por mi hija. Mira dónde me la tienen metida”.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.