La comisión parlamentaria que investigó la gestión del Gobierno brasileño frente a una pandemia que ya mató a más de 600 000 personas en ese país votará este martes su informe final, que acusa al presidente Jair Bolsonaro de delitos como el de crímenes contra la humanidad.
El informe, resultado de seis meses de investigaciones en una comisión del Senado, será votado por ese grupo integrado por once parlamentarios. En caso de ser aprobado por mayoría simple, será remitido a la justicia ordinaria, al Supremo y hasta a entidades multilaterales como la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya.
El informe también acusa al líder de la ultraderecha de otros ocho delitos y denuncia por irregularidades diversas a cuatro ministros, tres hijos del mandatario y otras 60 personas.
En el caso de Bolsonaro, otros cargos son los de epidemia con resultado de muerte, infracción de medidas sanitarias, incitación al delito, atentados contra la dignidad del cargo, prevaricación, falsificación de documentos y uso irregular de dinero público.
Las acusaciones abarcan desde la imposición en la salud pública de remedios sin eficacia comprobada contra la covid que conformaron un llamado “tratamiento precoz”, basado en la dudosa cloroquina, hasta serias sospechas de corrupción en la negociación de vacunas.
“El presidente estimuló en forma reiterada a la población a incumplir el distanciamiento social, se opuso al uso de máscaras, promovió aglomeraciones e intentó descalificar a las vacunas”, dice el informe.
Agrega, además, que “esa estrategia, en verdad fundamentada en la idea de que el contagio natural induciría a la inmunidad colectiva, apuntaba exclusivamente a la retomada de la actividad económica”, aunque eso costarae “millares de vidas”.
También se acusa al mandatario de difundir masivamente información falsa sobre las vacunas, lo cual se ha reforzado con unas polémicas declaraciones dadas por Bolsonaro el pasado jueves.
Según el gobernante, “informes oficiales” del Reino Unido “sugieren que los totalmente vacunados están desarrollando sida 15 días después de la segunda dosis”.
Esa afirmación fue desmentida por asociaciones médicas, retirada por Facebook e Instagram de los contenidos de Bolsonaro y, según miembros de la comisión, será agregada a última hora y calificada de “mentira criminal” en el informe que será votado este martes.
Las redes sociales Facebook e Instagram retiraron de sus plataformas el video en el que el presidente brasileño vinculó el uso de las vacunas contra la covid con el desarrollo del sida.
El video, cuyo acceso fue bloqueado en la noche del domingo, corresponde a la última transmisión en vivo que el jefe de Estado acostumbra a realizar los jueves para sus seguidores y a la que acude acompañado de ministros y altos funcionarios del Gobierno.
En el vivo del jueves pasado, Bolsonaro, que se ha caracterizado por su negacionismo de la gravedad de la pandemia, citó un supuesto artículo de la revista Exame, que no pasaba de una falsa noticia, según el cual algunas personas vacunadas contra la covid han sido diagnosticadas con sida.
“Solo voy a dar la noticia. No la voy a comentar porque ya lo dije en el pasado y fue muy criticado. Informes oficiales del Gobierno de Reino Unido sugieren que los totalmente vacunados están desarrollando sida 15 días después de la segunda dosis. Lean esa noticia. No voy a leerla aquí porque podría tener problemas con mi transmisión al vivo”, dijo Bolsonaro.
Según voceros de Facebook, el video fue excluido de la plataforma debido a que las políticas de la empresa “no permiten alegaciones de que las vacunas contra la covid-19 matan o pueden causar daños graves a las personas”.
Esta es la primera vez que Facebook retira de su plataforma una de las transmisiones semanales al vivo de Bolsonaro. En marzo de 2020, sin embargo, retiró del aire un video en el que el mandatario, conversando con sus seguidores, recomendaba tratar la covid con el uso de cloroquina, una medicina sin efecto comprobado contra la enfermedad, y defendía el fin de las medidas de distanciamiento social.
La supuesta noticia de la revista Exame fue publicada en octubre de 2020, cuando las vacunas contra la covid aún estaban en desarrollo y no habían comenzado a ser aplicadas.
Los supuestos informes oficiales del Gobierno de Reino Unido sobre personas vacunadas que habían sido diagnosticadas con sida citados por el gobernante también fueron desmentidos.