Varios manifestantes en Londres, salieron a las calles este fin de semana para exigir la libertad del fundador de Wikileaks, Julian Assange, mientras se decide si extraditarlo o no a Estados Unidos durante los días 27 y 28 de octubre.
Igualmente en la capital británica se reúne el denominado Tribunal de Belmarsh, un proceso popular que aboga por la liberación de Julian Assange y denuncia a EE. UU. por crímenes de guerra.
Según señala Russia Today, figuras públicas, entre ellos políticos, activistas y periodistas, buscan juzgar a la Casa Blanca por sus acciones durante sus intervenciones en Medio Oriente bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo. Asimismo, denuncian que hay una persecución política contra el fundador de Wikileaks.
El magistrado del Alto Tribunal de Inglaterra y Gales indicó que las dos jornadas de audiencia serán presenciales, aunque dispensó a los abogados y al propio fundador de WikiLeaks de asistir a la sede judicial, en el distrito de la City de Londres.
RT también reseñó las palabras de Edward Snowden, excontratista de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos ante ese tribunal, al afirmar: «si queremos liberar al mundo, tenemos que liberar a Assange».
En su discurso dijo: «Lo que vemos aquí es un asesinato. Pasa sin comentarios», y luego añadió: «Dondequiera que miremos, desde Afganistán a la economía, desde la pandemia a la vigilancia omnipresente, lo obvio se ha vuelto incalificable».
El Tribunal de Belmarsh se pronunció en contra de las prácticas injerencistas de Estados Unidos en Medio Oriente bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo. Asimismo, denunciaron la persecución política contra el fundador de Wikileaks.
Otros denunciantes, como Annie Machon (exoficial del MI5) y Daniel Ellsberg (conocido por filtrar los «Papeles del Pentágono»), también se dirigieron al tribunal. Asimismo, entre los oradores destacados se encontraban cuatro diputados laboristas y el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, cita RT.
El acto fue organizado por la Internacional Progresista y presidido por Srećko Horvat, filósofo croata cofundador del movimiento político europeo DiEM25, junto con el exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis, que también intervino en la sesión.