Juan González, principal asesor para América Latina del presidente Joe Biden, dijo en entrevista telefónica con EFE, que Estados Unidos quiere coordinarse con otros países para prevenir que “El Salvador se vuelva otra Venezuela”.
González, quien estuvo visitando Colombia y Ecuador junto al secretario de Estado, Antony Blinken, manifestó preocupación por la manera en que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, “usa la popularidad para debilitar el sistema democrático” de su país.
Tanto el secretario de Estado como el asesor de Biden defendieron esta semana, en su gira por los países andinos, la democracia como modelo para la región. Sin embargo, organizaciones advierten la deriva autoritaria de varios gobiernos.
Por ejemplo, dijo EFE, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se ha definido como ‘el dictador más cool del mundo’, “¿Hasta qué punto puede Estados Unidos cooperar en temas de migración o de lucha contra la corrupción con líderes así?”, indagó la agencia española de noticias.
González respondió que el gobierno de los Estados Unidos tiene vínculos con otros gobiernos, pero no solo con los gobiernos, “también con sus pueblos y sectores privados. La comunidad internacional y obviamente los mecanismos que tienen los Estados Unidos, no solo económicos sino diplomáticos también, están todos comprometidos a favor de la democracia”, explicó el asesor.
“Nosotros hemos visto esa película antes, en lugares como Venezuela, donde alguien usa la popularidad para crear un sistema autoritario, y eso no ha servido al pueblo venezolano”, apuntó González, quien recordó los veinte años de la Carta Democrática Interamericana, “nos hemos comprometido con un sistema democrático en la región”, dijo.
González notó que el compromiso con la democracia liberal representativa no es cuestión de ideología, sino de forma y resultados. Ni las revoluciones, ni los gobiernos autoritarios, rinden resultados económicos, sociales y políticos de la forma en que lo hace la democracia, describió.
Al ser consultado por las sanciones que podría imponer la Casa Blanca a El Salvador si Bukele continúa en su carrera autoritaria, González explicó: “nuestra meta aquí es establecer condiciones en donde el pueblo salvadoreño pueda prosperar. Tenemos una relación bastante cercana con el pueblo salvadoreño, y vamos a seguir trabajando con ellos”.
El asesor agregó que “la corrupción -como en otras partes del mundo- en El Salvador impide la prosperidad de su pueblo” y facilita que el gobierno no rinda cuentas. “En este momento, usar la popularidad para debilitar los sistemas democráticos lo hemos visto en otras partes de Latinoamérica, y es algo que nos preocupa bastante y vamos a trabajar con la comunidad internacional para prevenir que El Salvador se vuelva otra Venezuela”, remarcó.
En lo que respecta a la crisis de Venezuela, González dijo que Biden apoya un proceso de negociación que lleve a elecciones libres y justas, pero también apoya al pueblo venezolano dentro y fuera de Venezuela, “por eso el presidente dio el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los venezolanos”. Y agregó que ayudar al pueblo de Venezuela es “también ir tras cada dólar que se ha robado al pueblo venezolano”, en alusión al caso Saab.
El asesor dijo que para algunos países autoritarios “es difícil de entender, pero los procesos judiciales en los Estados Unidos y en las democracias robustas son independientes, y caminan de una forma independiente”.
En ese sentido, añadió: “desde enero hemos dejado muy claro que Saab nunca iba a ser parte de una negociación, porque la negociación entre los venezolanos tenía que ser sobre el futuro del país. Creo que la decisión del equipo de Maduro de pararse de la mesa por un individuo que ha sido acusado de robar cientos de millones de dólares del pueblo venezolano demuestra las prioridades de Maduro”.
El gobierno Biden levantó las prohibiciones al gas licuado de petróleo (que se utiliza principalmente) para cocinar y no impuso nuevas sanciones sobre Venezuela desde el 20 de enero, eso ha demostrado el compromiso del gobierno demócrata “con el proceso de diálogo que lleve a resultados concretos, ambiciosos e irreversibles hacia una Venezuela democrática”, precisó González.
En cuanto al desafío impuesto por los flujos y crisis migratorias que vive la región, el asesor opinó que: “la región está pasando por un nivel de inmigración histórico”, por causas diversas, que precisan de la sinergia y la colaboración conjuntas, como región, “para manejar este flujo migratorio de una forma responsable, ordenada y respetando los derechos humanos y civiles de los migrantes”.
González habló de la “responsabilidad compartida que tenemos todos en diferentes áreas”.
Las deportaciones de venezolanos y haitianos, las posibles suspensiones de visas, aunque temporales; el fortalecimiento de los sistemas de asilo en terceros países y “los principios bajo los cuales todos podemos operar, dados los flujos históricos”, son los temas que están sobre la mesa y que orientarán las acciones de los gobiernos de la región.