Holguín.— La reparación de cosechadoras cañeras CCA 5000, de diseño cubano (introducidas en la producción en la zafra 2016-2017), se consolida tras establecerse, el pasado año, como una de las prestaciones con las que ensancha su quehacer la empresa «60 aniversario de la Revolución de Octubre».
Tras intensa explotación en los campos de los centrales, máquinas de ese tipo están ahora en el Taller de Ensamblaje de la entidad, también conocida como Fábrica de Combinadas KTP, pilar industrial del corte mecanizado de caña en Cuba.
Esos equipos de alta complejidad técnica retornarán a la próxima zafra con notables cambios, explicó a Granma Eurbides Aldazabal Romero, jefe técnico-productivo del citado taller, quien puntualizó que la industria no descuida la producción de piezas de repuesto y otros aditamentos solicitados por el Grupo Azcuba.
A algunas les transforman el sistema de corte de base que, a partir de modificaciones de ángulos, podrá acercarse más a la superficie, con lo que se aprovecha mejor la caña y se optimiza el desempeño en relieves irregulares.
Las mejoras también están presentes en los conjuntos del transportador de descarga. Al mismo tiempo les reponen los sinfines (componentes básicos para la recogida de la caña), así como rodamientos, bombas del sistema hidráulico y elementos de las instalaciones eléctricas.
De acuerdo con el directivo, las modificaciones hacen más efectivos a los equipos y tienen en cuenta indicaciones de los especialistas del Departamento de Diseño de la Empresa.
El sistema de enfriamiento de los motores recuperará la eficiencia porque instalan las mangueras con los diámetros requeridos, en sustitución de las que les pusieron en determinados momentos en los talleres de los centrales, como alternativa ante la falta de las originales, detalló el ingeniero mecánico Jorge Armando Pedroso Sánchez, experto en asistencia técnica.
De principio a fin el proceso de reparación es confiable, porque los mecánicos y operarios en general poseen experiencia y habilidades. Igualmente, reponen piezas confeccionadas con alto grado de especialización, debido a la tecnología disponible, argumentó.
«Apoyados en nuestro potencial en maquinaria y recursos humanos, apostamos por seguir reparando este tipo de máquina. Los centrales ponen en óptimas condiciones de explotación a sus equipos y aquí mantenemos opciones de trabajo para nuestro personal».
Precisamente, porque el aparato de dirección de la «60 aniversario de la Revolución de Octubre» está pendiente de toda oportunidad que le permita ser útil e incrementar ingresos, una brigada de mecánicos, según cuenta Jorge Armando, se trasladará al Central Cristino Naranjo para participar en la reparación de otras dos cosechadoras cañeras.
«Se acordó que los mecánicos del central realizarán una parte. La otra estará a cargo de nuestro personal; llegaremos con piezas y varios componentes más».
En cuanto a los precios del servicio de reparación, aseguró que se corresponden con la profundidad y calidad de las labores acordadas. «Es un negocio con beneficios para las partes involucradas».