MIAMI, Estados Unidos.- El dramaturgo cubano Yunior García Aguilera denunció este viernes una nueva agresión de parte del gobierno cubano, que no cesa en sus amenazas por su firme convicción de llevar a cabo la Marcha Cívica por el Cambio el próximo 15 de noviembre.
“Así amaneció hoy la puerta de nuestra casa. Ayer intentaron amenazarnos usando a la fiscalía y hoy lo hacen con esto. No es algo religioso, es algo político, un acto de repudio más. Doy gracias a mi familia por su firmeza, su dignidad y su fe”, escribió Yunior García en su cuenta de la red social de Twitter.
Junto a la publicación, el miembro del grupo Archipiélago compartió tres imágenes en las que se ve una paloma sacrificada colgando de la reja de entrada a su vivienda, además de tierra y plumas alrededor en lo que se conoce en Cuba como “un trabajo de brujería”.
Cientos de cubanos se han solidarizado con García Aguilera, y han lamentado que en Cuba todavía existan hechos como estos. “Que bajeza!! Eso significa miedo, pánico, desespero, ya no saben qué hacer, una tiranía que se tambalea no sabe que armas usar, realmente dan vergüenza, es impotencia, porque le temen a la verdad y la verdad es la que la va a derrocar”, comentó Iván Pedraza González.
“No le tengas miedo a eso, que eso no daña. Los santos de este país están contigo, las religiones también. Esas palomas muertas son la demostración de que paz no es lo que quieren, fuerza crack! Evidencias guardadas”, reaccionó otro usuario.
“Todo mi apoyo y solidaridad contigo y tu familia. El móvil es político, pero utiliza las creencias y ritos primitivos para provocar miedo. El poder manipula, también controla a través de estas religiones a una parte de la sociedad. El oscurantismo al servicio del poder totalitario”, dijo a su vez Maite Díaz González.
Este jueves Yunior García había denunciado que recibió una citación oficial de parte de la Fiscalía cubana, enviada también a otros cuatro miembros de Archipiélago, con el objetivo de realizar un encuentro en el que se presume, se trataría el tema de la Marcha Cívica por el Cambio, la cual el gobierno ya catalogó de ilícita.
“No somos ese rosario de adjetivos con los que intentan descalificarnos. No llegamos en paracaídas para sembrar el caos y la hecatombe. Somos el fruto de nuestra realidad, dura y cruda. Somos como cualquiera que hace colas y corre detrás de una guagua y compra café por la izquierda, como cualquiera que comprende lo mala que está ´la cosa´ y usa malas palabras singularmente nuestras. Pero hay algo distinto, ya no nos funciona la muela oficialista de continuismos obedientes ni dogmas irrevocables. Nos toca a nosotros hacer que la palabra revolución vuelva a significar Cambio, y que la Soberanía al fin sea nuestra, de los ciudadanos”, dijo Yunior García en una publicación en Facebook.
Entretanto, el sitio oficialista Cubadebate publicó este jueves un artículo en el que advierte “a los ciudadanos convocantes” de la Marcha Cívica por el Cambio sobre las “consecuencias legales de persistir en la marcha ilegal”, en el que confirmó las citaciones de la Fiscalía.
Los actos de repudio son un mecanismo común del régimen cubano, utilizados en la década de los 80 y 90 y rescatados en los últimos años contra activistas de la sociedad civil y opositores pacíficos. Uno muy recordado, en tiempos recientes, fue el realizado por una turba castrista a la opositora Anyell Valdés.
La activista, y una de las acuarteladas en la sede del Movimiento San Isidro el pasado año, se encontraba en la vivienda con sus hijos menores de edad, su madre y el también activista Adrián Rubio, mientras varias personas saltaron la cerca y pintaron el portal de su casa a la vez que gritaban consignas comunistas.
La activista y periodista Ileana Hernández también tuvo que soportar frente a su casa los gritos de un colectivo movilizado por el régimen cubano luego de la huelga que ella y otra docena de activistas llevaron a cabo en Damas 955 por la libertad del rapero Denis Solís.
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