MIAMI, Estados Unidos. – A menos de un mes para la apertura total de Cuba al turismo internacional, el aeropuerto de La Habana ya muestra algunos signos de como operará la instalación durante los próximos meses.
Si bien desde el año pasado las autoridades han integrado los protocolos sanitarios de rigor por causa de la COVID-19, las tres terminales del aeropuerto exhiben pocos cambios en cuanto a funcionamiento y estructura.
En la instalación no hay huellas de reparación, las pegatinas de propagandas siguen allí, algunas despegadas, y se observa algún falso techo sin pladur.
En las afueras de la Terminal 3, destinada a vuelos internacionales, hay una cafetería donde solo venden agua, café y hamburguesas. Las tiendas del aeropuerto están vacías o sin mercancía alguna.
Los pasajeros que salen deben esperar afuera con sus familiares; no se permite el acceso si no es para viajar; el parqueo del aeropuerto se encuentra cerrado y los choferes deben esperar en las puertas de entrada. En la puertas de salidas hay varias mesas donde los trabajadores tienen los precios para el alquiler de autos de turismo.
En el día apenas llegan vuelos al aeropuerto, lo que genera una sensación de desolación que ya se ha hecho habitual durante la mayor parte de la pandemia.
Aunque ya algunas aerolíneas internacionales realizan viajes a diferentes partes de la Isla, para el 15 de noviembre es cuando se tiene prevista la reapertura total al turismo internacional.
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