Hanser Rodríguez, con apenas 21 años de edad, ya tiene una trayectoria interesante en el mundo del balonmano. Parece un jugador experimentado por la seguridad con que se proyecta y su confianza en el futuro de este deporte en Cuba.
El capitalino formó parte del equipo que ganó la medalla de plata en el Mundial de Naciones Emergentes celebrado en Georgia 2019. Allí anotó 27 goles, al igual que su compañero de equipo Adonis Jesús Ramos, para ubicarse como terceros de Cuba. También resultó el tercero de nuestro país en efectividad en ataque, con un porcentaje de goles del 65,9.
Hace unos días firmó con el Sporting de Portugal, en otro gran reto para su carrera. Cubahora conversó con el jugador sobre su trayectoria deportiva.
—¿Cuándo comenzaste en el balonmano?
—Muy joven. Desde los cinco años con mi primo que lo practicaba. Quería ser como él, y por eso me embullé a jugarlo tan chiquito. Con el tiempo gané en habilidades y práctica, lo que me sirvió para transitar por la pirámide deportiva hasta llegar al equipo nacional.
—Fuiste uno de los mejores jugadores de Cuba en el Mundial de Naciones Emergentes. ¿Cuánto te aportó un evento como este?
—Tengo que decir que estoy muy agradecido con el colectivo de entrenadores y los atletas porque los más experimentados me apoyaron bastante. Era muy joven. Solo tenía 19 años. Aprendí mucho en cada partido, además de lo que te aporta el roce internacional. Tuve un buen evento y pude aportar bastante para esa medalla de plata que ganamos.
—El próximo reto serán los Panamericanos Juveniles de Cali. ¿Cómo está mentalizado Hanser para este torneo?
—Vamos a cumplir un objetivo que es poner en alto el nombre del balonmano cubano. Todo el mundo está mentalizado en tener un buen resultado en esa competencia, a pesar de todas las limitaciones en materia de preparación. Será difícil porque hay equipos con mucha calidad, pero lucharemos por una medalla.
—Háblanos sobre el contrato con el Sporting de Portugal.
—Muy contento con la federación cubana y con el club por brindarme esta posibilidad. Todavía no me lo creo, pero sé que voy a hacerlo bien. Me enfocaré en realizar mi trabajo y cumplir con los que confiaron en mí.
—¿Ídolos como jugadores?
—En Cuba, Reynier Taboada, con el que tuve la posibilidad de jugar en el mundial de Georgia. Y en el mundo, el alemán Uwe Gensheimee, extremo izquierdo que jugó varios años en el PSG, y ahora la hace en la liga alemana. Esos son mis mayores referentes.
—¿Futuro del balonmano en Cuba?
—Tenemos una nueva generación de jugadores que viene trabajando con mucha fuerza. El objetivo es conseguir la clasificación olímpica para París 2024. Creo que sí se puede, Mientras nos esforcemos y sigamos enfocados es posible estar en ese evento.
Sus compañeros de equipo lo molestan, y le dicen que debió ser periodista porque siempre habla bien. Él los mira y ríe con picardía. Con esa mesura llegará a Cali para demostrar por qué es uno de los mejores jugadores de su generación en nuestro país.
