Riqueza verdadera, ajena a clichés y tópicos es curso de pensamiento, libros plasmados, publicaciones, fonogramas, obras de arte, mapas y documentos de diversa naturaleza, fue una de las clasificaciones emitidas por el intelectual al referirse a la edificación.
Valiño exaltó las diversas investigaciones para disímiles proyectos gestadas en su seno y evocó a quienes donaron su patrimonio bibliográfico personal con el único propósito de contribuir a su creación.
También recordó a los que lucharon por la supervivencia de ese legado ante la desidia gubernamental y lograron la construcción del patrimonio nacional, abierto al pueblo para expandir la cultura y el arte como señalara Fidel en ese mismo recinto, 60 años atrás.
Como parte de los festejos, quedó inaugurada la sala para el público infantil y juvenil Eliseo Diego, una puerta para la niñez y la adolescencia, donde se aprecia la convivencia entre los formatos tradicionales y digitales.
Asimismo, durante las jornadas de celebraciones varios cubículos y sillas de la sala cubana tomaron los nombres de relevantes investigadores y personalidades vinculadas al quehacer de la entidad.
El desafío es grande, aseguró Valiño, pero, junto a las hermanas del sistema nacional, la Biblioteca Cubana del futuro está por construirse y debe afrontarse con la luz martiana del nominal enorme de la institución que fue Cintio Vitier.
Asistieron al acto el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel; así como el máximo directivo de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Luis Morlote; trabajadores del centro, artistas y personalidades de la cultura en el país.
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