El vice primer ministro cubano Jorge Luis Perdomo Di-Lella, junto a una comitiva integrada por los ministros de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella; de Educación Superior, José Ramón Saborido Loidi; y de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, calificó de favorables las condiciones de Guantánamo para continuar el curso 2020-2021 que en noviembre acogerá más de 120 000 educandos.
Perdomo Di-Lella significó que la provincia fue de las pocas que logró avanzar en el programa docente a principios del año, pero ahora corresponde completar el periodo lectivo, un hecho de sumo impacto político, social y económico, pues garantiza la reinserción de muchas familias a las labores científicas, productivas y sociales.
«En un contexto de COVID-19, Guantánamo debe terminar la certificación de las escuelas para recibir estudiantes, pues diez aún se usan como centros de aislamiento; además, urge reorganizar todo el sistema para la preparación de los futuros profesionales y evitar contagios», insistió Perdomo Di-Lella.
A retomar con inteligencia, creatividad e intencionalidad los turnos de reflexión y debate, formación política e ideológica en medio de un contexto marcado por las campañas de desinformación y descrédito a la Revolución y el Gobierno, llamó el dirigente, quien exhortó a monitorear las inquietudes de la población sobre el curso escolar para resolver cualquier deficiencia.
Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación, reconoció los progresos en la vacunación y la cobertura material y docente del Alto Oriente, territorio desde el cual se presta apoyo a La Habana, con profesores en distintas materias. Valoró de positivo el aporte de maestros y alumnos al autoconsumo desde las propias escuelas, y sugirió obrar para que esas producciones tributen a otros sectores.
Sobre los avances en el proceso de diagnóstico comunitario para realizar acciones de prevención y transformación social, versó el análisis de la Ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó, quien resaltó la entrega de 1 445 prestaciones monetarias a personas con dificultades económicas, y el apoyo a 6 234 guantanameros con bienes y recursos del Estado.
Apuntó, no obstante, que debemos desterrar la práctica asistencialista del quehacer gubernamental. Ello implica, dijo, conocer y explotar las potencialidades culturales, económicas, productivas locales, de la mano del sistema educativo y científico para dotar de herramientas a la gente que permitan salir adelante por sí mismos, sin renunciar a la premisa de jamás dejar a nadie desamparado.