Cada uno de nosotros tiene una visión distinta de Cuba, de la que es y de la que debiera ser. Con todos y para el bien de todos, enfrentados por supuesto a ese bando que en todas las épocas se ha dedicado a odiar y deshacer.
Hombres y mujeres, cubanos y cubanas tristemente, integran el bando de los que odian y deshacen, de los que quieren romper la paz y la tranquilidad ciudadana en Cuba, de los que a diario calumnian nuestro sistema de salud, de los que exageran nuestras faltas y ponen, con vil gozo, el dedo sobre nuestras llagas. Sobre este bando de los que odian y deshacen, aunque se quieran mostrar como cívicos y pacíficos, estaremos hablando hoy.