Las vacunas Abdala y Soberana 2 no deben ser administradas como parte de un esquema de vacunación masiva mientras no cumplan con los requisitos de aval científico correspondiente, como se ha indicado con anterioridad, según indicó la Sociedad Venezolana de Infectología.
La Sociedad dijo este lunes que pocas vacunas contra el Covid-19 están reconocidas por agencias regulatorias nacionales e internacionales.
Estas vacunas han demostrado salvar vidas al evitar infecciones severas, manifestó. Pero la ciencia sigue evaluando la efectividad, eficacia y seguridad en el uso masivo de las mismas, contextualizó.
La Sociedad dejó constancia del impacto favorable del uso de vacunas aprobadas en las poblaciones objetivo que ya han sido inmunizadas, especialmente en adultos, aunque también hay adolescentes y jóvenes que están siendo inmunizados en diferentes países con vacunas de Pfizer y de Sinovac.
Observó que el rol de los niños como transmisores del virus no parece ser tan importante como se consideraba anteriormente porque poseen menor número de receptores ACE2 y, además, logran eliminar el virus más rápido que los adultos, por una buena inmunidad innata.
En ese sentido, reiteró su posición, respecto a la elección y a la aplicación de vacunas en Venezuela para que estas se fundamenten en aspectos técnicos y científicos, de factibilidad, costos, número de dosis entre otros factores.
“Reiteramos nuestro llamado a las autoridades de salud, a garantizar la inmunización a la población con biológicos de reconocida eficacia y seguridad, con el suficiente aval y reconocimiento de diversas agencias reguladoras, y con el suficiente respaldo científico correspondiente“, indicó la Asociación en su comunicado.
Y añadió: “Consideramos que los candidatos a vacuna “Abdala y Soberana 2” no deben ser administradas como parte de un esquema de vacunación masiva mientras no cumplan con los requisitos de aval correspondiente”.
La Asociación manifestó su preocupación por “el anuncio probable de estos candidatos vacunales en la población pediátrica como está haciendo Cuba y Nicaragua“.
Insistió en que estas vacunas carecen del suficiente aval científico para ser usadas en la población de manera masiva, y mucho menos para ser usada actualmente en niños y adolescentes, concluyó la Asociación.
A fines de septiembre fue la Academia Nacional de Medicina de Venezuela la que expresó su “profunda preocupación” ante la falta de información científica sobre la seguridad y la eficacia de la vacuna cubana. Asimismo, exigía al gobierno venezolano la adquisición y el uso de vacunas validadas por la OMS.
