La organización Corriente Martiana presentó una solicitud en la sede de Naciones Unidas (ONU) en La Habana y la delegación de la Unión Europea, para que sean garantes de la marcha pacífica convocada para el 20 de noviembre en varias ciudades de Cuba.
“No es una cuestión política [ni] (…) interferencia en los asuntos internos, no es injerencia, no es violación de la soberanía. Les estamos pidiendo sencillamente que actúen como simples observadores. No les estamos diciendo que participen ni a favor ni en contra”, dijo el promotor de Corriente Martiana, Moisés Leonardo Rodríguez, a Radio Martí.
Según Rodríguez, “que se sepa que va a haber funcionarios de Naciones Unidas y de todas las sedes diplomáticas de la Unión Europea como observadores, (…) va a hacer que, por ambas partes, sobre todo por la [gubernamental] que sabemos que tiene tendencia a la violencia, (…) se midan un poco y esto sencillamente es promover, proteger los derechos humanos, (…) el derecho a que la manifestación transcurra pacíficamente, como está reconocido por las normas internacionales”.
El activista opositor dijo que la oficina de la ONU en Cuba les dio acuse de recibo. Eso “nos hace pensar que ya está en manos de quien puede decidir que esto sea posible. (…) Todos los funcionarios del sistema de las Naciones Unidas pueden y deben ser defensores de derechos humanos”.
La iniciativa que agrupa a distintas fuerzas de la sociedad civil surgió en el grupo Archipiélago, fundado por el dramaturgo y actor Yunior García tras las protestas antigubernamentales del 11 y 12 julio, cuya represión por parte del régimen dejó cientos de detenidos, un número indeterminado de heridos y al menos un manifestante muerto por disparos de la policía.