“Su madre Yvis cuenta que Mike estuvo en su casa [de La Habana Vieja] el día 11 de julio. El 12 de julio estaba sentado en la esquina, dos individuos tiraron piedras y salieron corriendo, mientras que él fue detenido”, explica Salomé García, miembro de un grupo de activistas que recibe y verifica denuncias de familiares de detenidos/desaparecidos por el estallido social.
Desde hace más de dos meses, Michael Carey está encarcelado en la Prisión de Jóvenes de Occidente, conocida como “El Guatao”, donde se contagió con la COVID-19. Salomé García denunció que el adolescente “ahora está amarillo, no se sabe si le afectó el hígado o si tiene hepatitis porque no lo han llevado al médico. No lo dejan llamar porque está aislado y no le han permitido a su madre volverlo a ver”.
El abogado le ha dicho a la madre, quien que la situación del adolescente será así “hasta que el fiscal decida”.
Carey Abadin está aislado por sospechas de hepatitis, pero “hasta ahora no ha recibido la más mínima atención médica”, confirmó el 6 de octubre su madre a la periodista independiente Mónica Baró.
Baró reveló en un post público de Facebook, que en la prisión le dijeron a Yvis que “ellos no hacen estudios y para sacarlo al médico eso es un problema”. La reconocida reportera opinó que lo que hacen con el joven es “tortura” porque “a ninguna persona privada de libertad se le puede negar la atención médica”.