Un homenaje póstumo a la querida escritora Marta Rojas, tuvo lugar en la mañana de este jueves en la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Entre testimonios, amigos y compañeros recordaron el legado de «la periodista del Moncada».
Consta en el Twitter de la Uneac que en el homenaje participaron la vicepresidenta primera de la asociación, Marta Bonet; los vicepresidentes Corina Mestre Vilaboy y Pedro de la Hoz; el Presidente de Honor Miguel Barnet y el presidente de Casa de las Américas, Abel Prieto.
Marta Rojas era miembro del Consejo Nacional de la UNEAC, sitio en el que los presentes intercambiaron sobre la trascendencia de su obra y su entrega a la cultura cubana.
En el homenaje participaron la Vicepresidenta Primera @BonetMartica, los vicepresidentes @MestreCorina y #PedrodelaHoz, el Presidente de Honor #MiguelBarnet y el Presidente de Casa de las Américas, @AbelPrieto11. pic.twitter.com/HR9ExmhSjG
— UNEAC (@UNEAC_online) October 7, 2021
Alberto Marrero, presidente de la Asociación de Escritores de la organización, habló de los valores inagotables de Marta, de su presencia imprescindible en la Uneac, y de su constancia y ejemplaridad como intelectual cubana.
Barnet no concibe que se haya ido, porque Marta era «un derroche de energía y vitalidad». En ella siempre encontró fuerzas y alegrías, con sus maneras tan auténticas de asumir la realidad.
La poetisa Nancy Morejón se detuvo en la obra de Marta, que es un referente, y merece ser compilada en varios tomos, dijo.
Señaló como temáticas fundamentales a abordar sus relaciones con el juicio del Moncada, con Vietnam; sus crónicas y reportajes; y su obra literaria, pródiga en valores identitarios.
Marta fue una mujer inagotable, algo que destacaron los allí presentes, entre ellos la cineasta Rebeca Chávez, quien conmovida, hizo referencia a cómo Marta se estuviera divirtiendo con lo que ellos dirían, porque ella irradiaba alegría y optimismo.
El escritor y guionista de cine cubano Senel Paz abundó en la experiencia extraordinaria de Marta y en sus cualidades. Se detuvo en cómo Marta compartía con sus amigos las historias que le darían vida a sus libros.
A ello Marilyn Bobes añadió que mientras lo contaba parecía que iba enriqueciendo sus novelas.
En Marta ella encontró una amiga incondicional, y aunque le llevaba más de 30 años, la sentía como su contemporánea, por su vivacidad y desenfado.
Pedro de la Hoz comentó que para él siempre será «La indómita», como la bautizara la viuda de Alejo Carpentier.
Marta siempre fue una vencedora, y así tenemos que recordarla, en plena vida, dijo y pidió a los presentes que se le despidiera con un aplauso.