Tras una victoria espectacular frente a Panamá, el conjunto cubano enfrentará este sábado a las 4 de la tarde a Colombia
Naikel Cruz será el abridor frente a Colombia por la medalla de bronce. (Foto: @GuilleRebelde))
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El equipo Cuba que participa en el Mundial sub 23 de béisbol discutirá en la tarde de este sábado la medalla de bronce ante Colombia y protagonizó otra noticia, para bien.
Lo logró cuando ganó el más espectacular de los partidos este viernes ante Panamá en extraininig 9-8 con un derroche de coraje y combatividad.
Sí, porque solo con esos ingredientes podían acceder a la discusión de las medallas en un partido, que, como el mismo evento, tuvieron que jugar cuesta arriba.
De tanto repetirlo parece un cliché. Diezmados por el abandono de ahora ocho de sus compañeros de equipo y extenuados por el esfuerzo extra que han debido realizar, los que se quedaron estaban obligados a ganar para al menos acceder a la discusión de las medallas.
Ya habían perdido los dos primeros partidos de la Súper Ronda ante Venezuela por nocaut 11-0 y ante Colombia 6-1. Con la soga al cuello enfrentaron a Panamá en un juego trepidante.
Parecía que se repetiría lo de los dos encuentros precedentes cuando a la altura del cuarto capítulo ya marchaban debajo en el marcador 5-0y con un pitcheo que ha tenido brazos de acero pues solo siete se las han arreglado para tirar casi todos los días, ya que Cuba ha tenido que jugar ocho juegos seguidos con un equipo diezmado y hoy, por suerte, será ya el noveno.
Pero en la parte baja del cuarto empataron el juego de manera sensacional cuando fabricaron racimo de cinco anotaciones, en el que tuvo gran protagonismo el espirituano Rodoleisis Moreno cuando limpió las bases con un doblete.
No habían terminado las tensiones. En el sexto los panameños se fueron arriba y pusieron a los cubanos contra la pared, de la que salieron otra vez, con la soga al cuello, en el séptimo y último episodio y empataron a seis con una carrera fabricada con los pantalones puestos: Yandi Yanes, que había sido el “culpable” de la ventaja por un error cometido en tercera, conectó tubey, Iván Prieto se sacrificó, y Rangel Ramos cumplió su rol, con otro sacrificio este de fly, para empujar la del empate.
Así forzaron el extraining que en el octavo se jugó, también, cuesta arriba. Los itsmeños hicieron dos y obligaron a los cubanos a hacer tres y esas hicieron, con Yuddiel González otra vez como héroe con un hit que selló la victoria.
Una victoria sonada que los muchachos, con razón, celebraron como si hubiesen logrado el título. Y porque quizás hasta la suerte ha querido compensar su heroicidad y accedieron a la discusión del bronce porque México les ganó a sus rivales de este sábado.
Habrá que seguir escribiendo en letras grandes sobre ellos que han derrochado algo más que coraje sobre los terrenos de México.
Hoy saldrán a discutir una de las medallas en un torneo que a ellos les ha resultado difícil por varias razones, la peor de todo el impacto negativo del éxodo de ocho peloteros. Hoy saldrán, con los jugadores de posición exactos: solo ocho y siete lanzadores de los cuales todos no podrán trabajar.
Mas lo importante es que saldrán a defender su bronce ante un Colombia que ha presentado buenas credenciales.
Porque es un juego de pelota, podrán ganar o perder. Pero la historia ya está escrita: Cuba está entre los cuatro mejores del mundo en la categoría sub 23 en un evento al que asisten por primera vez y así aportó más puntos para el ranking.
Es lo mejor que le ha pasado a la pelota cubana en años y en medio de tanta orfandad, sin triunfalismos rimbombantes, hay que reconocerlo. Pero por encima de eso, habrá que escribir con letras grandes el honor deportivo de los 16 que quedan para, como los gladiadores de antaño, salir a defender los colores y los honores de su país, con las armas de una palabra que las decencias del español no me dejan pronunciar y el corazón de cubanos, en medio del pecho.