La segunda jornada de la UEFA Champions League ha dejado resultados trepidantes como la victoria de la Juventus frente al Chelsea o la sorpresiva derrota del Real Madrid ante el modestísimo y rutilante Sheriff de Moldavia. Pero el resultado que más ha reverberado en los medios digitales fue la derrota del Barcelona con marcador de cero a tres, esta vez frente al conjunto lusitano Benfica. El hashtag #KoemanOut es tendencia y ha alcanzado la cifra de 39,2 mil tweets hasta las 00.00 hora del 30 de noviembre. La viralización de la etiqueta elucida el descontento de la afición con el técnico del Fc Barcelona, Ronald Koeman.
Tras el drama vivido en Lisboa, al Barcelona le han colado 6 goles en dos jornadas de Champions; pero no solo eso, ha disparado una sola vez entre los tres palos en ambos cotejos. ¿Son estas las estadísticas a las que puede aspirar el conjunto blaugrana en Champions?
Koeman ha impulsado el talento joven, pero también tiene sus taras como estratega, como hombre capaz de revertir un partido desde la banda. En la derrota cero a tres frente al Benfica dirigió un equipo “blando” defensivamente, con Erick García como el principal señalado y una delantera incisiva, pero errática, que tuvo como nueve a Luuk de Jong (petición del técnico en el mercado de fichajes), quien falló dos oportunidades de gol clarísimas. El estratega neerlandés aparcó el 4-3-3 y jugó con tres centrales de entrada. Fue el mismo planteamiento que hiciera en el primer partido frente al Bayern y fue también el mismo resultado, incapaz Koeman de parar la sangría.
La junta del club catalán no tenía mucha confianza en Koeman antes del esperpéntico resultado. El neerlandés declaró en sala de prensa tras la derrota en Da luz: “Me siento respaldado por los jugadores… por el club no sé”.
Atisba lo que le depara, sabe que su trabajo nunca ha congratulado al presidente del Barcelona Joan Laporta que lo mantuvo en el verano por las deudas económicas de la entidad. Al ganar las elecciones y asumir la presidencia, según refirió el mismo Laporta, la situación financiera del club era dramática, rondaban en 1350 millones de euros la deuda que bloqueaba la rescisión contractual del técnico y la asunción de un nuevo entrenador que floreciera la ilusión en los aficionados.
La situación financiera del club sigue siendo grave, pero con la masa salarial aligerada, por la salida de Messi y Griezmaan, se han aflojado el cinturón y tomado una bocanada de aire en el aspecto económico. Aunque fuentes de la institución apuntan que justo después del partido no habrá ninguna decisión de calado sobre el futuro del banquillo, también porque en cuestión de dos días el equipo visitará el Wanda Metropolitano para enfrentar al Atlético de Madrid.
El Barca está de colero en su grupo de Champions, quedan cuatro partidos y los próximos dos frente al Dinamo de Kiev, se muestran vitales en sus aspiraciones europeas, no pueden permitirse sumar menos de seis puntos en estos encuentros.
¿Estará Koeman sentado en el banquillo? Lo dudo. De los nombres que se manejan como recambio del colorado, descollan Roberto Martínez, director de la selección belga, el entrenador del Al-Sadd de Catar y leyenda del equipo, Xavi Hernández Creus y el que parece hasta ahora el predilecto de Laporta, Andrea Pirlo.
Se conoce que el Barca ha establecido los primeros contactos con Martínez y que el técnico leridano mantiene una gran relación con varios miembros de la entidad catalana. Mientras que Xavi tiene una cláusula en su contrato con el club catarí, que lo libera de sus responsabilidades en el caso de que haya un ofrecimiento por parte del club de la Ciudad Condal. El tercero, se encuentra sin equipo tras un año en la Juventus con un rendimiento cuestionable. La situación de Robert Martínez para llegar al club es más complicada que la de Xavi y Pirlo debido a que falta poco más de un año para el Mundial anhelado por Bélgica, la cual tiene ahora mismo la mejor generación de su historia. Es su oportunidad para consumar el gran proyecto que ha entrenado el español desde el 2016. Resulta muy difícil pensar que la Asociación Belga lo deje salir.
La afición sueña con Xavi, necesitan una inyección de identidad blaugrana, alguien de la casa que les devuelva la ilusión; un nuevo Pep Guardiola. Todos quieren a Xavi, quien no lo tiene tan claro es el Presidente, el ejecutor de la acción. Debe confiar en su instinto, acertó cuando apostó por Frank Rijkaard y Guardiola, todo depende de Laporta.
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