LA HABANA, Cuba. — El ciudadano cubano Roberto Pérez Ortega, quien fuera detenido y encarcelado sin juicio por participar en la protesta popular que tuvo lugar en La Güinera el pasado 12 de julio, se encuentra bajo amenaza en el Combinado del Este, según consta en una denuncia hecha a CubaNet por el propio recluso.
Pérez Ortega, de 35 años, reside en la propia localidad de La Güinera, ubicada en el municipio de Arroyo Naranjo, al sur de La Habana. Fue detenido el 17 de julio, en una casa particular del reparto Kohly donde trabajaba de custodio.
Según cuenta, una pareja de delatores de la cuadra llamó a los agentes del MININT cuando se enteraron de que él era de La Güinera. Refiere que su detención fue violenta, en un aparatoso operativo donde participaron numerosos agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y el Ministerio del Interior (MININT) quienes, pistola en mano, lo amenazaban con matarlo o desaparecerlo. El joven confiesa que, en ese momento, llegó a temer lo peor.
Durante su estancia en prisión, las autoridades penitenciarias también han advertido a Pérez Ortega sobre la posibilidad de imputarle delitos adicionales.
Al rememorar las protestas, el recluso describe cómo su amigo Diubis Laurencio Tejeda, quien caminaba a su lado, les insistía a todos en que mantuvieran una actitud pacífica. La policía, por el contrario, comenzó primero a apedrearlos, luego a dispararles con balas de goma y, finalmente, con proyectiles de metal.
Pérez Ortega no solo presenció cómo algunos vecinos caían a su alrededor muertos o heridos por la espalda, sino también cuando Laurencio recibió el disparo en el dorso que lo mató al instante.
El detenido subraya que, hasta ese momento, los manifestantes no llevaban otra arma que sus teléfonos móviles. Precisa, además, que solo cuando los policías abrieron fuego contra ellos la multitud, asustada y enfurecida, comenzó a responder a la represión policial con piedras.
Hasta el pasado 13 de septiembre, el Centro de Información Legal Cubalex había recibido 1 067 denuncias de arrestos o detenciones, de las cuales 526 correspondían a personas que se mantenían recluidas.
Pese a que 456 personas fueron liberadas, otras se mantienen bajo medida cautelar de prisión domiciliaria y a la espera de juicio.
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