Si el pitcheo mexicano frustró las aspiraciones de victoria ante la República Checa en su estreno en el campeonato mundial de Béisbol Sub-23, anoche fue la clave de éxito ante el debut de la selección cubana, cuyos bateadores se vieron totalmente indefensos frente a sus envíos. El marcador de 5-0 a favor de los anfitriones fue un fiel reflejo de lo que ocurrió en el estadio Yaquis, en Obregón, sede del grupo A.
Antonio Alemao Hernández, un zurdo sin mucho en su bola, pero de excelente control con sus rompientes, al punto que llevó solo a un bateador a tres bolas, ya a la altura del cuarto capítulo y después de 11 rivales retirados, silenció a los maderos de la Mayor de las Antillas. Baste decir que la primera conexión de aire a los jardines de los cubanos sobrevino, con dos outs, en las postrimerías del choque, en el sexto inning, cuando Rangel Ramos le dio doblete por la raya del jardín derecho.
Solo tres imparables pudo pegar la tropa que dirige Eriel Sánchez, dos en la cuarta entrada, y ese tubey de la sexta, pero todos llegaron con dos outs, es decir, con el pitcher en situación ventajosa.
Ha sido la ofensiva la causante de los peores resultados de la pelota cubana en los últimos diez años y ahora, al menos contra los mexicanos, volvió a dejar mucho que desear: swines grandes para strikes muy distanciados de la trayectoria del lanzamiento, contactos deficientes por una mecánica que los dejaba sin un buen trabajo de piernas y tácticamente no encontraron la manera de conseguir poner la pelota en juego. Once de los 21 outs fueron con roletazos, y solo dos los elevados a los jardines, además del biangular de Ramos, uno más al derecho de Geysel Cepeda. El resto tampoco pasó del cuadro.
De esa manera es muy difícil plantearse un triunfo, incluso mantener la pizarra pegada, pues la presión por ir debajo en el marcador, en juegos de siete capítulos, desgasta y hace que crezca el oponente, como ocurrió. El séptimo episodio de la ofensiva de México fue interminable, con tres jits, un sacrificio a la pradera central y un error, aun cuando a las hojas de anotaciones debieron ir dos, que abrieron las puertas de la registradora para los tres puntillazos finales en el home.
Al margen del excelente desempeño del zurdo Hernández y de sus dos relevistas, más la buena selección de lanzamientos de sus bateadores para conectar, hay que decir que los ganadores se vieron mucho más cómodos ante un equipo de un país beisbolero que ante el europeo de República Checa. Y fue así, porque lo positivo que podemos extraer de la presentación cubana es la labor del abridor Bryan Chi, quien en cinco y dos tercios le hicieron dos limpias, permitió cuatro imparables, dio un pelotazo, ponchó a seis y no regaló boletos.
A nuestro juicio creo que no debió lanzarle a Tirso Ornelas en ese sexto acto, entre otras cosas, porque ya no estaba pasando con su recta, no ponchaba hacia dos entradas y las conexiones que fueron outs salieron con solidez. Tampoco dejarlo era un desaguisado, dada la amarga experiencia de nuestros rescatistas. La prueba estuvo en este cotejo: de los ocho jits, cuatro selo dieron a dos de los tres relevistas.
Lo cierto es que México era el favorito para el partido y lo es también para revalidar su título de campeón del mundo. Es cierto que perdió con los checos, pero hasta ahora, en materia de fundamentos beisboleros, no se ha visto una escuadra como la de casa.
Ahora Cuba saldrá hoy, a las 3:00 p.m., frente a Taipéi de China, en juego que ya, aunque sea la segunda salida, se torna crucial, pues tanto el elenco asiático como República Dominicana, son rivales directos de cara a la clasificación a la siguiente ronda. Podríamos decir, incluso, que se hace casi imprescindible ganar, porque de lo contrario habría que aspirar a que los taipeianos vencieran a los dominicanos y que los mexicanos también lo hagan, y entonces Cuba pudiera derrotar a los de Qusiqueya el próximo martes. Claro está, descontando que habría triunfos de los del archipiélago sobre alemanes y checos.
Antes de partir, el propio Eriel Sánchez había valorado la posibilidad del zurdo Naikel Cruz para lanzarle a Taipéi, aunque como el mismo dijo, mañana es de esos días, en que todos tienen que estar listos en pos de encarar el duelo como una final.
Ayer, pelotazo, jit, dos dobles y un jonrón coronaron un octavo capítulo victorioso para Panamá, que vino de abajo, perdiendo por 5-2 desde la primera entrada para empatar a seis en la séptima y forzar el vencedor extrainning (13-6) ante Nicaragua, partido que dejó a ambos conjuntos con una victoria y una derrota. Otra remontada de leyenda de este viernes fue la sudcoreana, plantilla que caía por 7-2 en el séptimo con Países Bajos e hizo cinco para igualar y ganó 8-7, también extrainning. Sudcorea tiene ahora 1-1 y sus víctimas 0-2. Igual de reñido resultó el desafío, en el cual los venezolanos ganaron por 3-2 a Colombia para llega a dos victorias en igual cantidad de partidos, mientras los perdedores quedaron con 1-1. Todo eso en el grupo B
Mientras República Dominicana doblegó a Alemania por 8-4, para el primer triunfo de los caribeños y el segundo revés de los teutones, en compromiso del aparatado A, en el cual Taipéi de China doblegó por 4-1 a República Checa.
ANOTACIÓN POR ENTRADAS DEL CUBA-MÉXICO
Estadio Yaquis C H E
México 000 101 3 5 8 0
Cuba 000 000 0 0 3 1
G: Antonio A. Hernández (1-0). P: Bryan Chi (0-1). Jr: Fabricio Macias
