Hospitales del sur de Estados Unidos enfrentan una crisis ante el agotamiento del suministro de oxígeno medicinal, mientras aumentan los casos de COVID-19 y las hospitalizaciones.
Florida, Carolina del Sur, Texas y Louisiana están en una «situación crítica» debido a la variante delta del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, y a las personas que aún se resisten a la vacunación, aseguraron funcionarios de salud citados por medios locales como CNN.
Según reporta Prensa Latina, Premier Inc., una compañía de suministros médicos, comunicó a la Casa Blanca y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias que el suministro era bajo, en algunos casos alcanzaría para menos de 24 horas, refiere el portal Business Insider.
Este fin de semana, Florida tuvo la mayor tasa de pacientes ingresados con la COVID-19 en el país, 75 de cada 100 000 contagiados, mientras suben las muertes por la infección al punto de comprar morgues portátiles.
Por su parte, en Luisiana, región afectada por el paso del huracán Ida, promedia más de 4 000 casos diarios en la última semana y unos 2 450 enfermos están en centros de atención médica, muchos de ellos en unidades de cuidados intensivos.
Entretanto, el Departamento de Educación anunció este lunes una investigación contra cinco estados liderados por republicanos (Iowa, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee y Utah) que prohibieron los requisitos de mascarillas en las escuelas donde ya comenzaron las clases presenciales.
Ante el incremento de casos en esta nación norteña, la Unión Europea recomendó a sus Estados miembros suspender los viajes no esenciales desde Estados Unidos, pese al impacto de esa medida para el turismo.
En los últimos siete días las autoridades estadounidenses reportaron más de 156 000 infectados en todo el país como promedio, cifra similar a la de finales de 2020, cuando la pandemia estaba fuera de control y aún eran muy pocos los vacunados.