Con la misma premura con que el huracán Ida organizó su estructura y atravesó el país, los habitantes del occidente cubano han emprendido la recuperación.
Con hachas y motosierras se trocean los árboles derribados y se apartan de las vías. Los tendidos eléctricos y telefónicos dañados se vuelven a restablecer, para devolverles el servicio a quienes quedaron sin corriente o sin comunicación a causa del meteoro.
Manos laboriosas recogen escombros y ramas, recuperan techos averiados y rescatan del surco aquellas producciones que se pueden aprovechar.
Ida sopló fuerte, tal como había anunciado el Instituto de Meteorología, y como confirmaron quienes se hallaban en la ruta del huracán.
El ranchón de la empresa de Comercio en Pinar del Río que administra Oscar se vino abajo. «Yo estaba protegiendo la instalación, y a esa hora tuvimos que correr para mover las cosas de donde estaban. Nos quedamos en la cocina, que es de mampostería y tiene las fibras bien agarradas, para protegernos mejor».
No obstante, las autoridades coinciden en que los daños son menores de lo que se temía cuando el huracán enfiló hacia acá.
En Los Palacios, por ejemplo, Aliuska Pérez Carballo, presidenta del Consejo de Defensa Municipal, consideró que, de manera preliminar, las afectaciones en viviendas e instalaciones estatales no son significativas, y añadió que los dos centros de aislamiento y el hospital de campaña para pacientes con la COVID-19 han mantenido todo el tiempo su vitalidad.
«El mayor impacto, hasta ahora, está en la agricultura, con cerca de 50 hectáreas (ha) de plátanos afectadas, 58 de yuca, 27 de maíz, 16 casas de tabaco, dos casas de cultivo…», explicó.
En el resto de la provincia, aun cuando se reportan techos y ventanas averiadas en viviendas, almacenes y otras instalaciones, y varios derrumbes totales o parciales, las cifras recogidas hasta el momento no son alarmantes.
Tampoco las precipitaciones, que en la mayoría del territorio no sobrepasaron los cien milímetros en 24 horas, mientras el llenado promedio de los embalses solo aumentó del 75 % al 79 % de su capacidad total.
MEDIDAS QUE DIERON RESULTADOS
Ida, cuarto huracán de la actual temporada ciclónica, tocó tierra por la costa sur de Pinar del Río, con categoría 1, a las 7:25 p.m. de este viernes, luego de su paso por la Isla de la Juventud.
Los especialistas estiman que los vientos con fuerza de huracán incidieron sobre un radio de 35 kilómetros, mientras que los de tormenta abarcaron uno de 50. Luego de atravesar suelo pinareño, la salida al mar se produjo a las 9:30 p.m., por el consejo popular de Puerto Esperanza, del municipio de Viñales. En toda su trayectoria mantuvo vientos máximos sostenidos de 130 km/h.
Evaluaciones preliminares arrojan las mayores afectaciones en los municipios de Los Palacios, La Palma y Consolación del Sur.
El problema más urgente es la falta de fluido eléctrico en varios territorios, debido a las averías en las redes ocasionadas por el viento y la caída de árboles sobre los tendidos.
Para ayudar a restablecer el servicio en el menor tiempo posible, este domingo arribó a la provincia el contingente José Martí, integrado por trabajadores de la Empresa Eléctrica de La Habana y conformado por 65 personas, repartidas en seis brigadas de línea y dos brigadas de poda, que en gesto solidario contribuyen a recuperar el sistema eléctrico de Vueltabajo. Antes, habían llegado desde Matanzas otras dos brigadas con ese objetivo.
La agricultura ha sido el sector más golpeado. Alexis González Lugo, directivo de la empresa agroindustrial de granos Los Palacios, cuenta que al paso de Ida, la lluvia logró penetrar en un silo, donde se encontraban 608 toneladas de arroz seco, luego de que cediera una parte del techo.
La avicultura, por su parte, sufrió la pérdida de cerca de 4 000 gallinas y daños en 80 naves. En cuanto a la infraestructura tabacalera, se hallan afectados más de 500 aposentos para la cura (secado) natural y cuatro túneles de posturas. Sin embargo, las medidas adoptadas para poner a buen recaudo un enorme volumen de tabaco acopiado en las últimas campañas, que permanece en escogidas, despalillos, centros de proceso y otros depósitos dieron resultado.
En total son más de 35 000 toneladas, que se cubrieron con mantas para protegerlas de la humedad.
ISLA DE LA JUVENTUD
Antes de impactar a Pinar del Río, Ida había descargado su furia contra la Isla de la Juventud, siguiendo una trayectoria muy parecida a la del huracán Gustav, 13 años atrás.
La mayoría de los daños en las viviendas, ante las rachas de más de cien kilómetros, se reportan en varios asentamientos del consejo popular de La Fe y en el sureño poblado de Cocodrilo.
Entre las evidencias de la fuerza del viento quedaron también muchos árboles derribados a lo largo de la geografía pinera, una parte de ellos sobre las carreteras, de modo que varios organismos han tenido que unir esfuerzos para retirarlos.
Más de una veintena de postes eléctricos caídos y más de 140 viviendas afectadas se cuantificaron de manera preliminar.
El mayor golpe para la agricultura está en las áreas de plátano y otros cultivos, como el boniato y la yuca.
No obstante, tal como exhortara el Primer Secretario del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, por dondequiera que pasó Ida, ahora transita un huracán cubano de restauración.
Con toda su experiencia «anticiclones», los territorios afectados se empeñan en borrar, cuanto antes, las huellas de la destrucción. Esta vez, tras la vivencia sin precedentes de haberse enfrentado a la furia de la naturaleza en medio de una pandemia.
Principales afectaciones
Pinar del Río
- 506 viviendas, de ellas, 41 derrumbes totales.
- 1 778 ha de cultivos varios.
- 99 casas de cura de tabaco controlada.
- 509 aposentos de cura natural afectados y 38 perdidos.
- Nueve casas de cultivo.
- Cuatro túneles de posturas de tabaco.
- 3 995 aves ahogadas en la avicultura.
- 80 naves avícolas afectadas.
- Nueve escuelas afectadas.
- Se protegieron 11 919 personas, la mayoría en casas de familiares y amigos.
Isla de la Juventud
- Más 140 viviendas con daños parciales de cubiertas, cinco totales y 12 derrumbes.
- También se afectaron entidades estatales como: una vaquería; dos casas de tabaco; un vivero; la cubierta de la línea de secado y vinagre de la empresa Agroindustrial; 11 áreas wifi, alrededor de 30 radiobases y más de 200 servicios de telefonía fija.
